Chiquita Panamá Suspende Parte de su Producción de Plátano
mayo 16, 2025
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Chiquita Panamá ha tomado la drástica decisión de suspender de manera definitiva la producción en una parte significativa de sus fincas. Esta medida se debe a las repercusiones
Chiquita Panamá ha tomado la drástica decisión de suspender de manera definitiva la producción en una parte significativa de sus fincas. Esta medida se debe a las repercusiones provocadas por una huelga sindical, junto con el rechazo a una reforma de la Seguridad Social que ya está en vigencia. Como consecuencia de esta situación, la empresa ha reportado pérdidas que ascienden a al menos $10 millones a nivel transnacional, una cifra que pone en evidencia la gravedad de la crisis.
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Chiquita Panamá cierra parte de su producción de plátano
Tras realizar una «primera evaluación» de los efectos que la huelga ha tenido en las plantaciones de plátano de la provincia oriental de Bocas del Toro, la empresa ha señalado que «la suspensión final de la producción de una granja completa y áreas adicionales equivalentes a dos granjas continuarán». Esta declaración refleja la magnitud del impacto que la huelga ha causado en las operaciones de Chiquita.
Según una fuente oficial que habló con Efe, Chiquita Panamá dispone de un total de 26 granjas, que abarcan 6,969 hectáreas de terreno. Se estima que aproximadamente 150 personas están empleadas en cada una de estas granjas. El diario local La Prensa ha indicado que un abrumador 90 % de la producción nacional de plátano está controlada por esta transnacional.
En su comunicado, Chiquita ha afirmado que llevará a cabo todos los procedimientos legales y administrativos necesarios para llevar a cabo el cese definitivo de las actividades en las áreas de cultivo y en la planta de envasado que han sido identificadas como afectadas en esta primera evaluación. Además, han destacado que continuarán monitoreando los efectos de la huelga en sus plantaciones.
La compañía no ha especificado el número exacto de granjas que mantienen en Bocas del Toro, región que, junto a la provincia occidental de Chiriquí, constituye los principales bastiones de la producción de plátano en el país. Tampoco han divulgado cuántos trabajadores se verán directamente afectados por este cierre final que han anunciado.
Chiquita Panamá ha comentado que, hasta el viernes 9 de mayo, la huelga había provocado pérdidas que superaban los $10 millones para la industria bananera. Este impacto está generando preocupaciones sobre la posible reducción de empleos en un sector que actualmente emplea de manera directa a 6,000 trabajadores y de manera indirecta a 24,000 más.
A medida que avanzaba la huelga, que ya se encontraba en su tercera semana consecutiva, Chiquita Panamá mencionó que «cada día se pierde más fruta y el efecto en las áreas de cultivo continúa aumentando». Además, la empresa advirtió que «los mercados internacionales ya están comenzando a sustituir las exportaciones de banano de Panamá», lo que resalta una situación urgentemente criticial para el sector.
En cuanto a la exportación, los bananos se mantuvieron como el producto más destacado de Panamá en el primer trimestre de este año, representando el 17.5 % del total de ventas al exterior. Este período se tradujo en $324.4 millones, marcando el mayor valor en 15 años, según informes recientes del Ministerio de Comercio y las Industrias (MICI).
Por otro lado, el sindicato de trabajadores de Bananeras se ha manifestado en apoyo a la huelga indefinida de los docentes del sector público, que inició el 23 de abril en contra de la reforma de la Seguridad Social. Este movimiento también ha recibido respaldo de la Unión de Construcción, SunTracs y diversos sindicatos médicos.
Panamá-Protest (AP)
De acuerdo con el Ministerio de Educación, solo el 60 % de los estudiantes y maestros están asistiendo a clases, mientras que la Cámara de Construcción señala que el 66 % de las obras se mantienen activas. Este contexto refleja un ambiente significativo de tensión laboral en el país.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha respondido a las acusaciones de los sindicatos, defendiendo que la reforma del Seguro Social no implica un aumento en la edad de jubilación o una reducción en las pensiones, tal como se ha alegado. En su intervención, ha enfatizado que la reforma no afecta a los beneficios de los trabajadores de plátano, instando a que se ponga fin a esta situación.