Una serie de presuntas violaciones cometidas por la empresa de construcción de MECO, en el contexto de las reparaciones realizadas al arco de tierra del aeropuerto Daniel Oduber en Liberia, ha suscitado una intensa presión de la cadena sobre el personal a cargo del monitoreo de estas labores. Esta situación también provocó una modificación en la obra, a la que los técnicos se defendieron con argumentos variados.
Es fundamental mencionar que en la raíz de este caso se encuentran cifras vinculadas a las declaraciones del ex Ministro de Trabajo Público y Medios de Transporte, Mauricio Batalla, así como del Director General de la Aviación Civil, Marcos Castillo. Este escándalo de corrupción fue denunciado el martes por la mañana por el Ministerio Público, junto con la Autoridad de Examen de la Corte (OIJ).
Para entender mejor el contexto, es importante recordar que el caso fue originalmente abierto por la supuesta inclusión irregular de Liberia como cantón. Esto ocurrió tras la adopción de la tormenta de Bonnie en julio de 2022, la cual se utilizó para justificar la configuración de emergencia de un acuerdo en la terminal aérea, a pesar de que esta era una necesidad evidente desde 2016.
La investigación inició especialmente en relación con el Decreto 44,072, que se refiere a la expansión de territorios afectados por fenómenos naturales. Esta indagación abarca a altos funcionarios, incluyendo a Luis Amador y al director de aviación civil, Fernando Naranjo.
El presidente Rodrigo Chaves, quien disparó sus críticas el 12 de marzo de 2024, asignó a esta situación supuestas anomalías en las licitaciones. En su opinión, estas irregularidades benefician a la constructora MECO, que obtuvo un contrato por valor de $40 millones.
En ese mismo momento, tanto el presidente como su ministra presidencial, Natalia Díaz, y el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), Alejandro Picado, fueron objeto de un examen por las supuestas irregularidades asociadas a este decreto, que fue publicado el 21 de junio de 2023.
Por presión y obstaculizados
Después de que se liberaron a sus predecesores, Mauricio Batalla y Marcos Castillo, los agentes se volvieron responsables de la ejecución del trabajo.
El proyecto se basó en L Tú Cartellarios y términos de especificaciones que fueron definidos en ese momento por la Unidad de Infraestructura Aeronáutica de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC).
Esto incluía la reparación no solo de la parte superficial de la ruta, sino también de las capas subyacentes, con el objetivo de proporcionar a la zona de aterrizaje una vida útil más prolongada.
A pesar de lo anterior, en el transcurso del proyecto, y en medio de posibles violaciones contractuales, MECO llevó a cabo la necesidad de un ingeniería de valor, que supuestamente justificaba que no era necesario reparar algunas capas subyacentes de la ruta porque estaban en buenas condiciones. No obstante, este cambio alteró el objeto contractual inicial de la oferta.
En esta situación, la unidad ejecutora que atiende este proyecto y la Unidad de Infraestructura Aeronáutica de Aviación Civil se mostró diferente al cambio mencionado por la Constructora.
«La situación se vuelve complicada cuando otros empiezan a asumir la responsabilidad, incluido el director de aviación civil, debido a la presión que se ejerce sobre los funcionarios de la unidad ejecutiva y el ministro Batalla, que hace parte de su trabajo ministerial. Se podría considerar como un desdoblamiento de responsabilidades.
«Con esta defensa, parece que la compañía MECO se está beneficiando de aproximadamente 4 millones de dólares estadounidenses de los 40 millones de dólares estadounidenses, lo que representa el 33% del trabajo», expresó el director general de la policía de justicia, Randall Zúñiga.
Por su parte, el fiscal general Carlo Díaz añadió que toda esta situación firmó el nuevo diseño.
Luego de que se presentó el cambio, el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), el trabajo podría continuar.
Tareas mínimas
A pesar del rol desempeñado por Carlo Díaz y Randall Zúñiga, el defensor de Mauricio Batalla, Gerardo Chaves, bajó el tono al hablar de la responsabilidad que recae sobre su cliente, recordando que él fue director ejecutivo del National Road Council (CONAVI) durante el periodo en el que comenzaron los hechos ahora bajo examen.
En efecto, la profesión de Batalla es reconocida como Jefe del Ministerio de Obras Públicas y Procedimiento, después de haber sido relevado por Luis Amador el 12 de marzo de 2024.
«Sin lugar a dudas, Mauricio se mantiene en silencio porque las decisiones que se tomaron y que lo afectan inicialmente aparecieron mientras él era ministro. Esta serie de circunstancias incluye una variedad de personajes políticos en el país, quienes tuvieron una influencia más significativa si hubo algo irregular en algún momento que yo no pude percibir», explicó el abogado en una declaración pública.
En este sentido, Chaves enfatizó que la responsabilidad de su cliente es mínima en comparación con otros involucrados en este caso.
El defensor criticó lo que denominó un espectáculo que podría resolverse con una simple notificación. También mencionó que el ex ministro está siendo trasladado para la transición respectiva, así como lo relacionado con la solicitud y petición de medidas de precaución ante el Tribunal Penal y la función pública en Goicoechea.
La empresa de construcción MECO emitió un comunicado en el que afirma que no se relacionará con el procedimiento, considerando que es un caso en desarrollo.