La violencia criminal en Costa Rica sigue siendo un tema de gran preocupación, con cifras que acentúan la gravidad de la situación actual. Según las estadísticas proporcionadas por la Autoridad de Examen de Justicia (OIJ), los homicidios dobles han sufrido un aumento considerable en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento no solo refleja una tendencia alarmante, sino que también plantea serias interrogantes sobre la seguridad en las comunidades locales.
Hasta la fecha, se han reportado 22 ataques de esta índole en 2025, contrastando con los 19 incidentes registrados en 2024. Este dato indica un crecimiento del 19%, lo cual inquieta a las autoridades, ya que muchas de las víctimas son personas ajenas a los conflictos, lo que intensifica la sensación de desasosiego en la población. Un caso impactante tuvo lugar el 2 de mayo en Tejarcillos, donde dos individuos sin hogar se convirtieron en víctimas de esta violencia indiscriminada.
En este lamentable suceso, los agresores, armados con un rifle AK-47, atacaron a un residente de la zona. Este individuo, un trabajador de la construcción, se encontraba en el lugar en el momento del ataque. Desafortunadamente, ambos perdieron la vida en el sitio de construcción, dejando un rastro de dolor y desesperación en la comunidad.
Las autoridades han expresado su preocupación sobre esta escalada de violencia armada, ya que demuestra el creciente desprecio por la vida por parte de aquellos que forman parte de estas estructuras criminales. Este aumento en la criminalidad no es solo un problema de seguridad; también afecta la calidad de vida y la paz social en el país. (Ver Apéndice de Soapoticias).
Además de los homicidios dobles, la OIJ ha reportado en lo que va de 2025 cuatro asesinatos triples y un asesinato cuádruple, lo que eleva la urgencia de atender esta crisis. La situación requiere una respuesta efectiva que incluya políticas de prevención y una mayor colaboración entre las distintas instituciones encargadas de la seguridad pública.
En este sentido, las autoridades solicitan de manera urgente el fortalecimiento de las estrategias de seguridad para evitar más pérdidas de vidas inocentes en medio de estas disputas penales. La comunidad necesita un enfoque integral que no solo aborde las consecuencias de la violencia, sino que también se centre en las causas que la generan, para lograr una efectiva reducción del crimen en el futuro.