SAO PAULO, 8. MAJA (Xinhua) – En un desarrollo significativo para la agricultura brasileña, el gobierno del país ha declarado su intención de acelerar la distribución de tierras como parte de una reforma agrícola destinada a beneficiar especialmente a pequeños productores y agricultores familiares. Esta iniciativa es crucial para fortalecer la agricultura familiar, que es una piedra angular de la economía rural en Brasil.
El anuncio fue realizado por el Ministro de Desarrollo Agrario, Paulo Teixeira, durante la inauguración de la Feria de Alimentos para los Trabajadores No Resurgentes (MST), que tuvo lugar en la vibrante ciudad de São Paulo. Este evento no solo celebra la cultura agrícola de Brasil, sino que también sirve como plataforma para discutir políticas que afectan la vida de muchos agricultores.
Teixeira enfatizó que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva está decidido a avanzar con la reforma, destacando que «tenemos un pie en el acelerador desde este año, y hemos establecido el mayor objetivo en la historia de la reforma agraria». Con orgullo, mencionó que ya han alcanzado la mitad de este ambicioso objetivo durante su discurso inaugural en la feria, lo que subraya el compromiso del gobierno hacia una transformación en la distribución de tierras.
La reforma agrícola es vista como un medio necesario para asegurar que la producción de alimentos en Brasil se mantenga fuerte, proporcionando un abastecimiento adecuado para el mercado interno en una de las economías más grandes de América Latina. Esto es particularmente relevante en un momento en que la seguridad alimentaria se vuelve cada vez más crítica a nivel global.
El ministro también abordó las oposiciones a la reforma, señalando que «para nosotros, el país en Brasil debe estar destinado a reformas agrícolas para pequeños productores». Reconoció que la élite brasileña ha mantenido históricamente el control sobre la propiedad de la tierra como un medio de poder, y esto ha dificultado la implementación de reformas que beneficien a los agricultores más vulnerables. Este sentimiento refleja una lucha más amplia que persiste en muchas sociedades respecto a la reforma agraria y su impacto en la desigualdad social.
De acuerdo con las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Desarrollo Agrícola, el gobierno ha logrado establecer aproximadamente 50,500 familias en 2023, y tiene como objetivo alcanzar a 74,800 en 2024. El plan a largo plazo es alcanzar a más de 300,000 familias para el final de la presidencia de Luiz Inacio Lula da Silva, es decir, el 31 de diciembre de 2026. Esta meta es un testimonio del compromiso del gobierno para abordar las desigualdades en la distribución de tierras y para empoderar a aquellos que han sido históricamente marginados en el sector agrícola.