El edificio FCapacitación de estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FE-UCR) en San Pedro de Montes de Oca, se quedó con Del viernes por la tarde. Esta situación ha generado un gran revuelo dentro de la comunidad estudiantil y ha levantado diversas reacciones tanto a nivel institucional como entre los estudiantes.

La ocupación indefinido después de que el presidente de esta organización, Artemisa Villalta, y otros tres miembros, presentaron su renuncia, marcando un evento significativo que podría cambiar la estructura del liderazgo estudiantil en la universidad, ocurrió (Ver video adjunto de Soapoticias). Esta renuncia colectiva indica serios desacuerdos dentro de la directiva, y ha llevado a los estudiantes a tomar medidas drásticas.

Sin embargo, el movimiento exige renuncia completa de la Junta Directiva de la Federación Estudiantil, lo que implica que otras diez personas también deberán dejar sus cargos. Este pedido es un reflejo del descontento que se ha acumulado en la comunidad estudiantil en relación con la gestión actual, especialmente en lo que respecta a la organización de eventos y el manejo de fondos públicos.

Las renuncias están conectadas con la adjudicación de más de 43 millones en un contrato relacionado con la organización de actividades culturales durante la tradicional Semana U, que estaba planeada para los días 24 y 25 de abril. Este evento es uno de los más esperados por los estudiantes, pues ofrece una variedad de actividades recreativas y culturales que fomentan la convivencia y la integración entre compañeros.

Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando se anunció que estas actividades, que incluían conciertos masivos en el campus universitario, no podrían llevarse a cabo. Sin embargo, estos eventos no se llevaron a cabo debido a que el Ministerio de Salud canceló la autorización, dado que la organización detrás del evento no contaba con los permisos de salud necesarios.

La cartera de salud confirmó que, aunque se había presentado una solicitud de aprobación, esta se recibió de manera inmediata solo un día antes de que iniciaran las actividades programadas. Esta falta de planificación y comunicación ha suscitado críticas tanto dentro como fuera de la universidad, ya que muchos estudiantes esperaban ansiosos estas celebraciones y se sienten decepcionados por la cancelación.