LA PAZ, 28 de marzo (Xinhua) – En un giro significativo en las negociaciones laborales, el Gobierno de Bolivia y la Central Obrera Boliviana (COB) han llegado a un acuerdo que implica un aumento del 10 por ciento en el salario mínimo nacional, así como incrementos de hasta un 5 por ciento para aquellos sectores considerados esenciales para el año 2025.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, hizo hincapié en que el pacto alcanzado con la COB refleja la realidad económica que enfrenta el país, especialmente ante el notable incremento en los precios de productos básicos. Arce enfatizó la urgencia de este ajuste salarial, dado que el impacto de la inflación ha comenzado a afectar directamente a los trabajadores y sus familias.
“El daño ocasionado por los incrementos de precios que ya se ha experimentado el año pasado es inevitable. Las estadísticas indican un incremento del 10 por ciento en la inflación, lo que ha afectado considerablemente la capacidad adquisitiva de los ciudadanos”, declaró Arce durante una conferencia de prensa en la Gran Casa, sede del Ejecutivo.
El Ministro de Economía, Marcelo Montenegro, quien también participó en la conferencia, confirmó que el aumento del 10 por ciento representará un monto de 2.750 Bolivianos (aproximadamente $39), y esto se aplicará a sectores fundamentales como la salud, la educación, así como a los cuerpos de seguridad y las fuerzas armadas.
En un contexto más amplio, se acordó que el salario mínimo también vería un aumento de 250 Bolivianos (cerca de $36). Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva de la situación económica nacional, que toma en cuenta factores como la falta de dólares en circulación y el crecimiento del costo de la canasta familiar.
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, mencionó que las negociaciones han sido intensas y han abordado la inseguridad económica de los trabajadores. “Nuestra atención ha estado centrada en el incremento del precio de la canasta familiar, buscando asegurar que cualquier aumento sea beneficioso para los trabajadores y sus familias”, apuntó Huarachi.
A pesar de las discusiones llevadas a cabo en Pueblo Grande, algunos empresarios han expresado su preocupación de que este aumento en el salario podría impactar negativamente la producción y el empleo, así como la entrega oportuna de bienes y servicios, especialmente en un contexto de dificultad económica general en el país.