Saprissa estaba muy cerca de revivir su legendaria historia de triunfos en los últimos minutos en el «Saprihora», pero esta vez la tecnología del VAR intervino de forma inesperada. El equipo morado celebró con gran Euphoria un gol que parecía asegurarles la victoria ante Cartaginés, hasta que el proceso de revisión de la jugada detuvo la celebraciones en la cueva.
El estadio se convirtió en un auténtico asilo de emociones: los aficionados estallaron en júbilo, Gino Vivi corrió con los brazos abiertos hacia sus compañeros, y los abrazos entre los aficionados se multiplicaron en un mar de alegría. Sin embargo, la intervención tecnológica se hizo presente. El árbitro Keylor Herrera, guiado por la cabaña VAR, revisó el gol y decidió anular el que podría haber sido el tanto que les daba la victoria 2-1 a Saprissa, transformando el desenlace en un empate 1-1 que dejó un grato sabor de triunfo para Cartaginés.
Un comienzo vertiginoso
Desde el pitido inicial, el juego se desarrolló a toda velocidad. Cartaginés fue quien dio el primer golpe, sorprendiendo a todos al anotar a solo tres minutos de iniciado el encuentro. Diego González, tras una rápida acción por la izquierda, logró cruzar su disparo, venciendo así a Esteban Alvarado. Fue un momento impactante que dejó a todos en estado de sorpresa.
Sin embargo, la respuesta de Saprissa llegó rápidamente. Solo tres minutos después, en el minuto 6, Fidel Escobar se anticipó a la defensa y conectó un preciso centro de Mariano Torres, logrando así igualar el marcador. El clásico mostró todos los ingredientes de un gran partido: emociones rápidas, un constante ida y vuelta, y la determinación de ambos equipos por alcanzar el arco rival.
Un giro inesperado
Cuando parecía que el partido se equilibraba, un error costoso alteró el rumbo del juego. Kevin Espinoza cometió una falta sobre Nicolás Delgadillo, lo que llevó a que, tras la revisión del VAR, se cambiara la tarjeta amarilla a una roja directa. Con ello, el equipo se quedó con 10 hombres desde el minuto 28.
Para complicar aún más las cosas, poco después, Marco Ureña se vio obligado a salir por lesión, debilitando aún más el ataque de los visitantes en un momento crítico.
Con la ventaja numérica, Saprissa tomó el control en la segunda mitad, lanzando ataques desde todas direcciones. Jefferson Brenes y Marvin Loria ingresaron al campo para buscar romper la defensa cartaginesa, pero esta se mantuvo firme y organizada, mostrando valentía al resistir los embates del equipo morado.
El «saprihora» estaba en silencio
A medida que el reloj se acercaba al final, el espectáculo parecía seguir el guion habitual. Saprissa, fiel a su historia, logró encontrar el objetivo de la victoria en los últimos minutos, en esa mágica atmósfera del «Saprihora» que tantas veces ha sonreído a Ricardo Saprissa.
El estadio vibró, pero ese alboroto duró solo breves momentos. Una vez más, el VAR tomó protagonismo al solicitar una revisión. Tras observar el monitor, Keylor Herrera decidió anular el gol, estableciendo que el partido continuaría con un empate 1-1.
Saprissa no logró revivir su leyenda. Esta vez, el fútbol moderno, con la tecnología de por medio, les hizo recordar que el «Saprihora» también puede tener sus límites y desafíos, marcando un episodio memorable en la historia del fútbol.