Beijing, 20 de abril (Latin Press) – En una nueva evolución de su política económica, China está acelerando los esfuerzos para abrir su sector de servicios en diversas áreas piloto. Este movimiento no solo es estratégico, sino que también está diseñado para reforzar el papel experimental de las regiones que participan activamente en estos proyectos.
De acuerdo con el Ministerio de Comercio de China, este proceso involucra la implementación acelerada de pruebas en dichas áreas piloto, las cuales deben cumplir con ciertos requisitos establecidos. Además, la estrategia contempla la expansión de estas pruebas a otras nueve ciudades significativas, que incluyen Dalian, Ningbo, Xiamen, Qingdao y Shenzhen. Asimismo, se fomentará la replicación de las medidas exitosas en otras regiones, contribuyendo así a un enfoque más amplio de desarrollo y expansión.
Las iniciativas enfocadas en la apertura y la innovación dentro del sector de servicios no solo serán potenciadas, sino que se considerarán como una prioridad en las zonas antes de su adopción generalizada en el mercado nacional. Esto forma parte de un plan más integral que abarca 155 objetivos diferentes dentro de 14 áreas clave, las cuales incluyen aspectos como la apertura de telecomunicaciones y tecnologías digitales, la mejora de la salud pública y el bienestar, la promoción de la cooperación internacional, así como las industrias de innovación y servicios.
A medida que el entorno internacional se torna cada vez más complejo, especialmente después de que Estados Unidos marcara un precedente con la Guerra de la Tarifa y el proteccionismo bajo la administración del presidente Donald Trump, China ha reiterado su compromiso de fortalecer su apertura al mundo. En este contexto, la Comisión Estatal de China ha introducido un conjunto de medidas destinadas a ampliar la apertura y estabilizar el comercio exterior, lo cual fue destacado en la Asamblea Popular Nacional (el Parlamento del país).
Estas iniciativas no solo se centran en la estabilización del comercio exterior, sino que también buscan promover reformas internas que faciliten la cooperación internacional y consoliden el desarrollo económico. A tal fin, China ha puesto en marcha un plan denominado «acción 2025», que tiene como objetivo estabilizar la inversión extranjera y publicar un catálogo que resalte los sectores prioritarios, como la producción avanzada, las tecnologías de alta gama, y las iniciativas de ahorro energético.
Las autoridades chinas pondrán especial énfasis en la apertura del sector de servicios en áreas tan cruciales como las telecomunicaciones, la asistencia médica y el ámbito educativo. Todo esto se complementará con un fortalecimiento en la conexión de plataformas entre las empresas transnacionales y las inversiones locales, además de una optimización en la supervisión de las inversiones de riesgo en el extranjero, asegurando así un entorno de negocio más favorable y atractivo para los inversores internacionales.