Washington, 15 de abril (Sputnik). – El mercado del oro ha marcado un hito significativo al registrar un nuevo máximo histórico el miércoles. Durante el transcurso de la tarde, específicamente a las 14:34 (hora local de la costa oriental de los Estados Unidos), el precio del futuro dorado alcanzó los impresionantes $3,353 por tres onzas. Esta cifra representa un aumento del 3.4% en relación con la jornada anterior, destacando así la creciente valorización de este metal precioso en un contexto de múltiples desafíos económicos.

La demanda por el oro como activo seguro se ha incrementado notablemente en medio de un clima de incertidumbre económica. Este fenómeno se ha visto agravado por la implementación de Megarancel I por parte del presidente estadounidense, así como por la reciente depreciación del dólar estadounidense. Además, las expectativas de una mayor flexibilidad en la política monetaria de la Reserva Federal están contribuyendo a la atracción de inversores hacia este refugio seguro. A medida que los mercados globales enfrentan volatilidad, la inversión en oro se ha consolidado como una opción estratégica para aquellos que buscan proteger su capital y asegurar su patrimonio.

El oro, considerado uno de los metales preciosos más valiosos, ha establecido varios récords a lo largo de este año y, en efecto, se ha convertido en un activo refugio crucial para los inversores preocupados por la inseguridad económica que prevalece en diversas regiones. Este metal no solo se ve como una inversión segura, sino que también es ampliamente considerado como un medio de protección contra la inflación y la depreciación de las divisas. Un aspecto importante que resalta su atractivo es que el oro no depende de ningún emisor o gobierno en particular, lo que lo convierte en una opción fiable en tiempos de crisis.

Por otra parte, también el mismo día, el presidente de la Reserva Federal Americana, Jerome Powell, realizó una serie de declaraciones en Chicago, lo que generó una caída en los mercados estadounidenses. Su discurso abordó cuestiones de política económica y sus implicaciones, señalando que es probable que el presidente Donald Trump continúe con acciones que posiblemente alteren los objetivos económicos por lo que queda del año. Las palabras de Powell llevaron a una reacción negativa en Wall Street, reflejando la preocupación de los inversores ante los posibles cambios en la dirección de la política monetaria y fiscal en el país.