OTTAWA, 11 de abril (Xinhua) – En un anuncio significativo realizado el viernes, General Motors ha decidido cerrar temporalmente su planta localizada en Canadá, lo que podría resultar en la eliminación de cientos de puestos de trabajo. Este cierre se ha confirmado tras la evaluación de las condiciones del mercado y la demanda de producción.

Según lo declarado por la compañía, su instalación de Cami (Canadian Car Production Inc.) en Ingersoll, Ontario, cerrará sus puertas el próximo mes. Sin embargo, la empresa tiene planes para reabrir la planta en otoño, aunque lo hará operando a solo la mitad de su capacidad habitual. Esta reducción en la producción se fundamenta en la necesidad de adaptar la operación a las condiciones actuales del mercado, un proceso que se realizará de manera cuidadosa y planificada.

General Motors ha aclarado que esta decisión no se relaciona con los aranceles estadounidenses que han estado afectando la industria automotriz, sino que responde más a la disminución de la demanda del mercado en general, junto con un aumento en la lista de vehículos, específicamente del modelo Vedric. La compañía ha anticipado una reducción significativa en la fuerza laboral, estimando que alrededor de 500 trabajadores verán afectada su situación laboral, lo que significa que la planta que actualmente emplea a aproximadamente 1,200 personas reducirá su plantilla considerablemente.

La instalación de CAMI es de crucial importancia para General Motors Canada, ya que es la responsable de ensamblar el camión de carga de baterías eléctricas Chevrolet Brightdrop, dirigido principalmente al mercado norteamericano. La reducción de operación en esta planta no solo impacta a los empleados, sino también al ecosistema industrial que depende de esta producción para sostener sus operaciones.

En su comunicado, General Motors indicó que se realizarán diversas adaptaciones operativas y comerciales en la planta de Cami. El objetivo de estos cambios es equilibrar la producción y alinear el cronograma de manufactura con la demanda actual del mercado. La compañía ha manifestado su compromiso de apoyar a los empleados durante todo el proceso de transición, buscando mitigar el impacto que estos cambios puedan tener en sus vidas.

En un contexto más amplio, la industria automotriz en Canadá está pasando por un momento de ardiente tensión debido a la Guerra de Tarifas con los Estados Unidos. A partir del 3 de abril, los Estados Unidos impusieron aranceles sobre automóviles importados desde Canadá, lo que ha generado un ambiente incierto para miles de empleos en el país. Las contramedidas tomadas por Canadá comenzaron a regir el 9 de abril, lo que aumenta la tensión entre las dos naciones y complica aún más la situación para fabricantes como General Motors y Stellantis. Este último, también confirmó recientemente el cierre de su planta en Windsor, Ontario, evidenciando que la crisis en el sector está lejos de resolverse.