Costa Rica muestra avances en empleo, pobreza y desigualdad
- abril 11, 2025
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San José, 10 de abril (Leisure/UCR) .- El Instituto de Investigación en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) ha dado a conocer su más reciente
San José, 10 de abril (Leisure/UCR) .- El Instituto de Investigación en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) ha dado a conocer su más reciente
San José, 10 de abril (Leisure/UCR) .- El Instituto de Investigación en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) ha dado a conocer su más reciente informe que indaga sobre el estado del mercado laboral, la pobreza y la desigualdad en , presentando un análisis que se extiende hasta el cuarto trimestre del año 2024.
El informe revela que, a lo largo del último trimestre del año pasado, Costa Rica exhibió indicadores laborales significativamente mejores en comparación con el mismo período del año anterior, 2023. Estas mejoras no solo están reflejadas en la tasa de empleabilidad, sino que también se manifiestan en el aumento de salarios, la reducción de la pobreza, incluidas las cifras de pobreza extrema y desigualdad económica.
Los datos recopilados indican que el desempleo ha disminuido, aunque de manera moderada, pasando de una tasa del 7.3% a un 6.9%. Por su parte, el porcentaje de empleo ha crecido hasta alcanzar el 52.8%, lo que indica que una proporción considerable de la población en edad de trabajar está efectivamente desempeñando roles en el mercado laboral.
Adicionalmente, se observa que los empleados han visto un aumento en su carga laboral, ya que, durante el periodo analizado, los salarios por hora mejoraron en casi todos los sectores económicos. El ingreso real mediano, que ya había mostrado una tendencia al alza, se incrementó en un 5.8% en el último año, pasando de 1,784.8 a 1,888.6 colones por hora.
La pobreza y la pobreza extrema, evaluadas a través de la metodología de la línea de pobreza, también han experimentado una reducción significativa en diciembre de 2024 en comparación con diciembre de 2023, con una disminución de 3.3 puntos porcentuales en la pobreza general y de 1.1 puntos en la pobreza extrema. Resulta relevante destacar que la caída de la pobreza ha sido más pronunciada en las áreas rurales, donde el índice se redujo de 27.1% a 22.1%.
El informe sugiere que la reciente disminución en los niveles de pobreza extrema podría estar generalizándose debido a varios factores, que incluyen mejoras en los ingresos, transferencias sociales más efectivas, o una combinación de políticas públicas y condiciones económicas más favorables.
Asimismo, la desigualdad también ha experimentado una reducción. Entre junio de 2023 y junio de 2024, se ha observado una disminución en el índice Gini, el cual pasó de 0.505 a 0.492, lo que indica una mejora en la distribución de la riqueza. Esta tendencia es notable al considerar que representa una de las reducciones más significativas en los últimos años. Sin embargo, el informe del IICE advierte que la tendencia de mejora en la desigualdad se vio frenada en los seis meses finales del año anterior, donde el índice se mantuvo en torno a 0.493.
La investigadora de IICE, Daniela Córdoba Solano, señala que la mejora en los indicadores económicos resulta de diversos factores, como «la baja inflación que experimentó en 2024 y un crecimiento económico superior al esperado, lo que ha impactado positivamente al mercado laboral, así como a los ingresos y niveles de pobreza».
Un análisis más detallado sugiere que las transferencias sociales provenientes del sector público siguen teniendo un efecto positivo en la reducción de la pobreza total en 2024, aunque su impacto absoluto en la pobreza extrema ha disminuido en comparación con años anteriores.
Desafíos por enfrentar
A pesar de los avances mencionados, la actual situación económica d aún enfrenta importantes desafíos. El informe subraya que la reducción del desempleo ha sido modesta y advierte que el aumento en los ingresos es indicativo de disparidades notables en cómo se comporta el mercado laboral según las diversas actividades económicas.
De manera general, el estudio resalta los retos que permanecen en la reducción de las brechas de género. En los últimos cinco años, la diferencia promedio en la tasa de inactividad ha sido de alrededor de 24 puntos porcentuales, un hecho que se explica principalmente por las variaciones entre hombres y mujeres, las que están asociadas a factores que no resultan explicables a partir de los datos obtenidos en las encuestas. El análisis hace énfasis en que las mujeres que tienen pareja tienen una mayor probabilidad de no participar en el mercado laboral en comparación con los hombres en circunstancias similares. Sin embargo, se destaca que alcanzar niveles de educación superior, como completar estudios universitarios o alcanzar un nivel educativo universitario, así como finalizar la educación secundaria, ha contribuido a la reducción de la tasa de inactividad.