Ottawa, 8 de Abril (Latino Presha) – Recientemente, surgió una controversia entre líderes canadienses y el presidente de la Unión Nacional de Trabajadores Automotrices (UAW), Shawn Faine, debido al respaldo que este último ha expresado hacia los aranceles automovilísticos impuestos por la administración de Donald Trump. Según reportes de la prensa local, esta postura ha sido duramente criticada por figuras clave en el ámbito laboral canadiense.
El líder del Congreso Canadiense del Trabajo (CLC), que representa a la mayor organización sindical del país, expresó su desacuerdo con Faine, afirmando que está «100 por ciento» equivocado al apoyar un arancel del 25 por ciento sobre las importaciones de automóviles. Esta declaración, transmitida a través de la cadena CBC, refleja la preocupación generalizada sobre las posibles repercusiones económicas que estos aranceles podrían tener en la industria automotriz de América del Norte.
Según Faine, la política arancelaria de la administración Trump tiene la intención de forzar a las empresas automotrices a mover la producción hacia Estados Unidos. Sin embargo, diversos expertos en la industria automotriz y representantes del sindicalismo en Canadá han alertado sobre las consecuencias adversas que esta medida podría generar. Señalan que los aranceles no solo podrían desestabilizar el mercado canadiense, sino que también tienen el potencial de destruir un sector que opera sobre una compleja cadena de suministro interconectada en toda América del Norte.
Durante una reciente conferencia en Windsor, un líder sindical, Brushka, subrayó la gravedad de la situación al comentar que ya se han registrado despidos en cinco plantas de Estados Unidos como consecuencia de estos aranceles. «Ya sabemos que cinco plantas diferentes en los Estados Unidos han enfrentado despidos debido a la imposición de la tarifa y cuáles son las ramificaciones para nuestra economía», aseguró Brushka, exponiendo la alarmante realidad de la situación.
No mucho tiempo atrás, Stellantis, el fabricante responsable de la producción de la minivan Pacific, tuvo que detener sus operaciones en Windsor, así como en una de sus plantas en México. Esta decisión fue provocada por los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, que también contribuyó a cierres temporales en cinco fábricas situadas en Michigan e Indiana.
En este contexto, el CLC ha solicitado al gobierno canadiense que amplíe el sistema de aseguramiento de empleo, así como que refuerce el apoyo a los empleos sindicales a través de iniciativas de contratación pública. También se ha hecho un llamado a las instituciones financieras para que implementen medidas que protejan a los trabajadores de perder sus hogares o automóviles como resultado de esta crisis
Los aranceles actuales contra los automóviles han establecido un impuesto del 25 por ciento sobre la importación de vehículos completamente ensamblados, y se espera que en mayo se apliquen los mismos aranceles a las piezas de automóviles. Por su parte, el gobierno de Estados Unidos ha realizado declaraciones asegurando que las empresas que importan productos desde México pueden ver reducidos sus aranceles si confirman ciertos estándares de producción, aunque los detalles específicos de este proceso aún no han sido completamente revelados.