El reguetonero Bad Bunny ganó el Grammy Latino al Álbum del Año y cerró una noche triunfal este jueves en Las Vegas, en una gala marcada por sorpresas.

El conejo malo llegó como gran favorito a la 26° edición de los premios y capitalizó cinco de sus 12 nominaciones gracias a su «DeBÍ TiRAR MáS FOTOS», álbum que lo llevó a una exitosa residencia de tres meses en su natal Puerto Rico.

«Gracias a todas las personas que trabajaron en este disco, son muchas y os llevo a todos en mi corazón», dijo Benito Antonio Martínez Ocasio al recoger su premio.

La colaboración de varios artistas, dijo el puertorriqueño, uno de los artistas más reproducidos en el mundo, fue clave para el éxito del álbum que dio espacio a talentos emergentes en la isla.

Bad Bunny, que ante el ataque migratorio del presidente Donald Trump declinó incluir a Estados Unidos en su gira mundial que comienza este mes, dedicó este jueves su premio a «todos los niños y jóvenes de América Latina».

«No importa de dónde vengas, no olvides de dónde vienes», dijo Bad Bunny, quien desató pasiones en Estados Unidos al ser elegido en febrero para cantar en el entretiempo de la American Football League, uno de los espacios más importantes de la escena musical de ese país.

«Hay muchas maneras de hacer patria y defender nuestra tierra. Nosotros elegimos la música».

Bad Bunny completó su palmarés con premios a Mejor Álbum de Música Urbana, Mejor Canción Urbana, Mejor Fusión/Interpretación Urbana y Mejor Interpretación de Reggaetón.

Por su parte, los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso, nominados por primera vez a los Latin Grammy, se llevaron cinco de sus diez nominaciones.

El explosivo dúo de hip hop, que acaba de abrir varios conciertos en América Latina del rapero estadounidense Kendrick Lamar, ganó el premio a la Mejor Canción Pop con «El Día del Amigo», uno de los éxitos de su viral «Papota», además de varias categorías de video y música alternativa.

Sorpresas

Si bien todas las miradas estaban puestas en los argentinos y Bad Bunny, quienes también competirán en las tres categorías principales de los premios Grammy en febrero, la noche de la música latina trajo sorpresas.

«Palmeras en el Jardín», de Alejandro Sanz, ganó Mejor Grabación del Año.

«Benito, te lo robé, perdóname», dijo el español al recibir su premio.

Otra sorpresa fue el triunfo de Karol G con su “Si te hubiera conocido antes”, Mejor Canción del Año.

«Esta categoría estuvo llena de gente impresionante», comenzó la colombiana en su discurso de aceptación.

La cantante de reguetón aprovechó para hablar sobre el precio de la fama y el impacto que tuvieron las críticas en su carrera.

«Lo único que me quedaba era volver a la raíz, volver a la intención y al propósito», afirmó.

La canción, escrita por Édgar Barrera, también ganó como Mejor Canción Tropical, entregando dos estatuillas al artista que llegó con tres nominaciones.

Por su parte, el premiado Barrera, que también recibió diez nominaciones, se impuso como compositor del año con un conjunto de canciones entre las que destacó el pegadizo merengue interpretado por Karol G.

La codiciada estatuilla a Mejor Artista Revelación fue para la voz emergente del pop mexicano Paloma Morphy.

En las categorías de lengua portuguesa, Liniker, que hizo historia en 2022 al convertirse en la primera artista trans en ganar un Grammy Latino, capitalizó tres gramófonos, incluido el de Mejor Álbum de Pop Contemporáneo Portugués que fue para su aclamado «Caju».

La gala, que fue conducida por los cantantes Maluma y Roselyn Sánchez, regresó al MGM Grand Garden Arena de Las Vegas después de un intervalo de dos años en España y Miami.

Con las actuaciones de los legendarios Gloria Estefan, Naty Peluso, Karol G, Marco Antonio Solís, Liniker, Ca7riel & Paco Amoroso, los reguetoneros Rauw Alejandro y Bad Bunny, el charro Pepe Aguilar y Los Tigres del Norte, quienes rindieron homenaje a los migrantes, la Academia Latina de la Grabación ofreció una fiesta marcada por la diversidad de generaciones y géneros.