noviembre 6, 2025
Farandula

“Mi hijo me dio la espalda” y elogios a Franco: las memorias más polémicas de Juan Carlos I – Reporte Tico

  • noviembre 6, 2025
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«Los reyes no confiesan, especialmente en público». Juan Carlos de Borbón, quien reinó en España durante casi cuatro décadas como Juan Carlos I, rompió esta regla no escrita

“Mi hijo me dio la espalda” y elogios a Franco: las memorias más polémicas de Juan Carlos I

 – Reporte Tico

«Los reyes no confiesan, especialmente en público».

Juan Carlos de Borbón, quien reinó en España durante casi cuatro décadas como Juan Carlos I, rompió esta regla no escrita de los monarcas al publicar sus memorias, «Reconciliación», que salieron a la venta el miércoles en Francia.

La transgresión no debería sorprender: el otrora soberano ha desafiado, intencionadamente o no, numerosas normas monárquicas a lo largo de su vida.

En noviembre de 1975 fue proclamado rey por delante de su padre, que era el sucesor natural según la línea dinástica, y su corona la obtuvo gracias a la decisión de Francisco Franco de elegirle como su sucesor años antes de morir.

«Tengo la sensación de que me están robando la historia», es la justificación que da el rey emérito en el prólogo de ««Juan Carlos I de España: Reconciliación».

Con el libro intenta limpiar un legado empañado por una serie de escándalos amorosos y económicos que le obligaron a autoexiliarse en Abu Dabi en 2020, tras ser apartado de la vida pública por su hijo, el actual rey Felipe VI, que también le retiró su dotación presupuestaria.

El libro de 500 páginas llega semanas antes de que España conmemore el 50 aniversario de su ascenso al trono tras la muerte de Francisco Franco.

Su publicación en España se ha retrasado hasta diciembre, para evitar que enturbie unas celebraciones complicadas, para las que no están previstos grandes actos ni la asistencia del ahora rey emérito.

Aunque los últimos sondeos aseguran que la mayoría de los españoles (52%) votaría por mantener la actual monarquía parlamentaria si se celebrara un eventual referéndum, el sentimiento republicano sigue alto en el país (43%) y la mayoría de los ciudadanos no perdonan sus errores al exjefe del Estado.

¿Pero qué dice el rey emérito? Aquí resumimos 4 momentos destacados, extraídos de las reseñas publicadas estos días por los medios españoles.

AFP vía Getty Images
Juan Carlos I, en sus memorias, admite que sentía admiración por el dictador español Francisco Franco.

1. Franco y la democracia

La relación entre Juan Carlos I y Francisco Franco, el dictador gallego que gobernó España con mano de hierro durante 36 años, genera interés desde hace años.

El emérito dedica un capítulo a esos vínculos, que califica de estrechos.

«¿Tenía una relación filial con él? Nos separaron 46 años. No tuvo hijos (varones). Quizás proyectó sobre mí un sentimiento paternal. No ocultó su simpatía hacia mí, incluso cierta ternura», revela el rey emérito, según informa la prensa española y francesa.

Juan Carlos I pisó España por primera vez en 1948, cuando tenía 10 años.

Su padre, Juan de Borbón, acordó enviar al entonces príncipe a estudiar y formarse al país, bajo la supervisión del líder, como parte de un plan para la eventual restauración de la monarquía.

«Si pude ser rey fue gracias a él», afirma en otra parte del libro citada por los medios, donde admite que «lo respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político».

En 1969, Franco decidió nombrar al entonces príncipe como su sucesor, desconociendo los derechos dinásticos de su padre.

Gianni Ferrari/Portada/Getty Images
Juan Carlos I sostiene en su libro que Franco nunca le pidió que mantuviera su régimen e incluso supo que lo desmantelaría.

El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador, Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey por el Parlamento franquista, recibiendo no sólo un título, sino todos los poderes que ostentaba el difunto autócrata.

Sin embargo, para sorpresa de muchos, no se aferró a esas competencias y, con la ayuda de políticos provenientes del franquismo como Adolfo Suárez, Torcuato Fernández-Miranda y otros, impulsó en los meses siguientes una reforma política que permitió celebrar en 1977 las primeras elecciones democráticas en más de cuatro décadas.

Esto llevó a la aprobación en referéndum en 1978 de la actual Constitución, que consagra el carácter meramente simbólico de la monarquía.

«Alteza, sólo le pido una cosa: mantener la unidad del país’ (…) Usted no me pidió que preservara el régimen», asegura Juan Carlos en el libro, según los extractos difundidos.

En entrevistas recientes con los medios franceses Le Figaró y El puntoEl rey emérito, que abdicó en favor de su hijo en 2014, defiende su papel en la construcción del actual sistema democrático español.

«Después de 40 años de dictadura, le di al pueblo español una democracia que sigue viva; es mi herencia», defendió.

2. Golpes de Estado y abandonos

Keystone/Archivo Hulton/Getty Images
El 23 de febrero de 1981 un grupo de militares intentó tomar el poder por la fuerza en España.

Otro capítulo está dedicado al fallido intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que el ex monarca califica de triple conspiración.

«No hubo un golpe, sino tres», explica en el libro, en alusión a la toma del Congreso por un grupo de militares rebeldes, las maniobras de un general cercano a él para hacerse con el poder y la posición de los políticos franquistas.

El discurso televisado que pronunció esa mañana, en el que condenó el movimiento insurreccional y pidió a los militares regresar a sus cuarteles, le valió al rey respeto y admiración dentro y fuera del país.

«Instalaron un estudio de emergencia en mi oficina. Me puse la chaqueta de general, pero no los pantalones, para ir más rápido», dice.

También revela que esa noche le pidió a su hijo, que en ese momento tenía 13 años, que lo acompañara.

«Su instrucción como rey comenzó ese día. Me parecía fundamental que viviera esos momentos de tensión a mi lado y no sólo que se los contara años después», explica.

«Aquella noche mi trabajo político estaba en juego y el destino del pueblo español estaba en mis manos», añade.

Gamma-Rapho a través de Getty Images
El discurso que pronunció el rey en la madrugada del 23 al 24 de febrero de 1981 en el que condenó el levantamiento sirvió para neutralizar la operación.

En otro capítulo, el ex monarca lanza varios dardos sobre su relación con su hijo, Felipe VI.

«Me dio la espalda por sentido del deber», dice, según revelan los fragmentos difundidos por medios de comunicación en España, al describir las reuniones que ambos mantuvieron en 2020, después de que salieran a la luz las investigaciones que la justicia suiza inició sobre las cuentas millonarias de Juan Carlos.

«Entiendo que, como rey, debo mantener una postura pública firme, pero sufrí su insensibilidad», admite.

Asimismo, asegura que le advirtió: «No olvides que heredas un sistema político que yo he construido. Puedes excluirme a nivel personal y económico, pero no puedes rechazar la herencia institucional en la que has crecido».

El emérito achaca el distanciamiento con su hijo al actual Gobierno español liderado por el socialista Pedro Sánchez.

«Cuando el actual gobierno me desacredita, debilita nuestra Constitución, pone en duda el avance de la transición democrática y nuestra reconciliación», afirma en su libro, según el diario catalán Ara.

Imágenes falsas
El rey emérito admite sentirse dolido por la actitud de su hijo, aunque la entiende desde el punto de vista institucional.

3. Escándalos amorosos y económicos

Juan Carlos I, que en 2012 hizo historia al disculparse públicamente por haber ido a cazar elefantes a Botsuana justo cuando España atravesaba una dura crisis económica, vuelve a hacer un mea culpa. Esta vez por sus numerosas «debilidades» sentimentales y económicas.

Así, califica su relación con la princesa alemana Corinna Larsen como un «grave error», porque, dice, «tuvo un desafortunado impacto en mi reinado y mi destino».

Asimismo, pide disculpas a su esposa, la reina Sofía de Grecia, por esa y otras infidelidades.

«España no podría haber tenido una reina más entregada e irreprochable», escribe.

Sin embargo, aprovecha para desmentir romances que se le han atribuido a lo largo de los años.

«Los medios me han atribuido una decena de relaciones extramatrimoniales, la mayoría completamente ficticias» y entre ellas menciona a la princesa de Gales Diana Spencer y a la actriz y cantante española Sara Montiel.

El monarca admite también haber tenido mal criterio en materia de dinero y haberse rodeado de «empresarios sin escrúpulos».

Otro «grave error» que reconoce Juan Carlos I fue aceptar los 100 millones de dólares que el entonces rey de Arabia Saudí, Abdullah bin Abdulaziz al Saud, le entregó en 2008, y por los que enfrentó procesos judiciales en Suiza y España que le obligaron a autoexiliarse.

«Fue un acto de generosidad de una monarquía hacia otra», afirma, al tiempo que recuerda que todas las investigaciones en su contra han sido desestimadas.

Con su decisión de escribir sus memorias, Juan Carlos I se suma al reducido grupo de monarcas que han narrado sus vidas en primera persona y entre los que destaca el ex rey de Inglaterra Eduardo VIII.

En 1951, el tío abuelo de Carlos III publicó La historia de un rey: las memorias del duque de Windsor («La historia de un rey: Las memorias del duque de Windsor»), en el que detalla cómo se produjo su abdicación en diciembre de 1936 para poder casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

Carlos Álvarez/Getty Images
En su libro, según medios españoles, Juan Carlos I califica su relación con la alemana Corinna Larsen como «un error» y pide disculpas a la reina Sofía.

4. El rey que ordenó silenciar a Chávez

Juan Carlos I también se refiere a América Latina en sus memorias y se describe a sí mismo como «un rey español que ama América Latina», informó la agencia AFP.

Según el rey emérito, sus vínculos con todos los líderes latinoamericanos fueron «respetuosos, excepto uno»: el que mantuvo con el fallecido Hugo Chávez.

En el libro, el monarca recuerda el sonado enfrentamiento que tuvo con el entonces presidente de Venezuela durante la cumbre Iberoamericana celebrada en 2007 en Chile y donde le espetó: «¿Por qué no te callas?».

Chávez se encontraba en ese momento en una pelea verbal con su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Pese a no compartir sus ideas políticas, Juan Carlos destaca su relación «casi familiar» con el cubano Fidel Castro.

«Me enviaba una buena caja de puros cada año hasta que dejé de fumar (…) Siempre me conmovió», escribe.

«No soy un santo», concluye el emérito, que reitera su deseo de volver a España y espera que sus recuerdos sirvan para «darme a conocer, y disipar malentendidos».

El tiempo dirá si Juan Carlos I consiguió su objetivo de rehabilitar su imagen entre sus compatriotas.