Cualquiera que quiera sacarse el permiso de conducir tendrá que realizar una prueba teórica diferenciada a partir del 2 de marzo de 2026, en función del tipo de vehículo que quiera conducir: Clase A para motos y Clase B para coches.

Así lo informó la Dirección General de Educación Vial, que busca adaptar la formación y evaluación a las características específicas de cada conductor y su vehículo.

Sindy Coto, directora de educación de calle, señaló que el examen se seguirá administrando en el formato actual por lo que resta del año y hasta el 27 de febrero de 2026.

“Nos complace anunciar que, gracias al compromiso y trabajo de esta Dirección, así como del Servicio de Asesoría en Tecnologías de la Información (ATI) del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), a partir del 2 de marzo realizaremos pruebas teóricas diferenciadas para automóviles y motocicletas, que nos permitirán evaluar mejor las capacidades, habilidades y conocimientos básicos del vehículo, que obviamente son diferentes para ambos tipos de permisos de conducir”, comentó Coto.

Para implementar el nuevo modelo, se desarrollaron manuales específicos: uno dirigido a los aspirantes a conductores y otro exclusivamente a quienes buscan una licencia de motocicleta. Ambos estarán disponibles a más tardar el 2 de febrero de 2026.

“Los requisitos serán los mismos en cuanto a la necesidad de tener calificaciones para matricularse, el costo de la prueba y las modalidades (regular y suficiente). Los programas especiales (adaptaciones, sordos) tampoco cambiarán, recién a partir del 2 de marzo la persona tendrá que decidir si la prueba teórica que quiere tomar es para auto o moto”, explicó el director de educación vial.

Período de transición

Para evitar impacto en los usuarios, se activará un período de gracia. Cualquier persona que supere la prueba teórica antes del 27 de febrero de 2026 podrá inscribirse a la prueba práctica de un vehículo y/o motocicleta hasta el 31 de diciembre de 2026 sin prueba adicional.

Sin embargo, quien supere el examen teórico hasta entonces pero no realice el examen práctico a finales de 2026 sólo conservará su matrícula de vehículo.

Coto enfatizó que este ajuste responde a la necesidad de mejorar la formación de los futuros conductores del país.

«Es importante contar con un proceso de capacitación independiente. Esperamos que este cambio contribuya significativamente a la seguridad vial del país, al hacer que los conductores estén más alertas, mejor preparados y equipados con mayor capacidad para prevenir accidentes, especialmente en un entorno donde las motocicletas tienen una alta participación en los accidentes viales», concluyó Coto.