La historia de Carlos Echeverría es un ejemplo de resiliencia y compromiso social. Como sobreviviente de cáncer de mama y de próstata, ahora se dedica a promover la detección temprana y apoyar a los pacientes que enfrentan quimioterapia en el Hospital San Juan de Dios.
Echeverría se da cuenta de que su vida ha cambiado gracias a un estudio genético de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que descubrió una mutación que lo predispone a varios tipos de cáncer. Esta advertencia le permitió ingresar a un programa de seguimiento médico.
En febrero de este año, un autoexamen reveló una masa en su seno izquierdo, lo que motivó una doble mastectomía en abril. Al mismo tiempo, los exámenes médicos revelaron un cáncer de próstata en fase inicial. «Si se detecta a tiempo, hay cura y podemos seguir adelante. El problema es la falta de conciencia y el miedo entre los hombres ante el examen de próstata», afirmó.
De la prevención a la acción solidaria
Luego de sobrevivir a ambos diagnósticos, Echeverría y su esposa decidieron ir más allá de la prevención y apoyar directamente a quienes estaban en tratamiento. Se asociaron con la sala de quimioterapia del Hospital San Juan de Dios, donde impulsaron la iniciativa Gala Esperanza, que tiene como objetivo brindar medicamentos vitales a pacientes de bajos recursos.
«Muchos pacientes son enviados a casa con medicación insuficiente para aliviar los efectos de la quimioterapia. Gracias a la Gala de la Esperanza pudimos donar medicamentos como Donacetron para ayudar a controlar los síntomas», explicó.
Con el objetivo de seguir apoyando a los pacientes, se organizará un evento cultural y solidario los días 31 de octubre y 1 de noviembre en el Unión Club.
31 de octubre: actividades culturales y un mercado emergente con diseñadores nacionales cuyos productos contribuyen a una buena causa.
1 de noviembre: Gala inspirada en Hollywood de los años 50 con música de big band en vivo para recaudar dinero para comprar medicamentos y apoyar a los pacientes.
«Hay personas que vienen de lugares tan lejanos como Zambito de Cotobrús o Villanelli y salen de madrugada para someterse a ocho horas de quimioterapia. Queremos que su tratamiento sea menos duro y que sientan el apoyo de la comunidad», dijo Echeverría.
Convocatoria de sensibilización y voluntariado
Además de recaudar fondos, la iniciativa pretende motivar a más personas a sumarse al programa de voluntariado del Hospital San Juan de Dios, acompañar a los pacientes y brindarles apoyo emocional.
«Esta no es sólo una lucha personal, es una causa colectiva. La detección temprana salva vidas, pero la solidaridad también puede transformar la experiencia de los pacientes con cáncer», concluyó.