El Hospital Calderón Guardia se enfrenta a una utilización crítica de su servicio de urgencias, que actualmente funciona en condiciones de hacinamiento de segunda clase. Esta situación ha obligado a Cruz Roja a redoblar esfuerzos para salvar vidas e incluso trasladar pacientes a otros centros médicos ya que no era posible el ingreso en el Calderón.
Aunque el hospital sigue funcionando las 24 horas del día, la sobrecarga de emergencia dificulta la atención de nuevos casos. Las autoridades médicas advierten que los recursos hospitalarios se están llevando al límite, lo que afecta la velocidad y eficacia de la atención a los pacientes críticos.
En algunos casos, personas en estado crítico murieron en ambulancias porque no recibieron una atención adecuada y no fueron trasladadas a un centro médico cercano.
Ante este escenario, el hospital solicita a la ciudadanía acudir a las salas de emergencia sólo en situaciones críticas y urgentes. Los servicios de citas y admisiones continúan funcionando con normalidad y no se han reportado afectaciones.
Las autoridades insisten en que la cooperación comunitaria es clave para garantizar que quienes realmente necesitan ayuda urgente puedan recibirla en el momento oportuno.