El próximo jueves, la Dirección Legislativa presentará a los dirigentes del grupo la solicitud del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para levantar la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves por el presunto delito de beligerancia política.
Ese día se decidirá el siguiente paso del juicio, que implica la creación de una comisión especial para analizar las pruebas presentadas y determinar si existen elementos que lleven el caso más lejos.
¿Qué esperan los directivos de este nuevo proceso?
«Ahora nos toca a nosotros examinar seriamente la solicitud de inmunidad, sin cálculos partidistas y teniendo en cuenta el interés público. Nuestra obligación es dejar funcionar a las instituciones cuando sea necesario el levantamiento de la inmunidad, para que el TSE pueda iniciar el procedimiento sancionador ordinario y esclarecer los hechos. Debemos allanar ese camino, siempre dentro del marco constitucional», explicó Óscar Izquierdo, presidente del PLN.
Rocío Alfaro, que fue miembro de la comisión en el último juicio, llamó al Congreso a analizar seriamente este nuevo caso y a no votar por “afinidad o simpatía”.
«Es muy importante entender que la beligerancia se trata de utilizar fondos públicos que son de todos los costarricenses para una causa específica, en este caso un asunto partidista. También esperamos que la Asamblea Legislativa pueda investigar el asunto y votar con fundamento en la causa, y no volver a votar por afinidad, simpatía o cálculo electoral, como sucedió recientemente», dijo.
Gilberto Campos, líder del PLP, recordó lo que enfrenta el presidente en el caso que enfrenta ahora.
“En este caso, las posibilidades van desde la privación del mandato del Presidente de la República hasta la exclusión del ejercicio de cargos públicos, con el anuncio de Laura Fernández de que quiere mantener la inmunidad del Presidente mediante su nombramiento como Ministro, porque si el Presidente no puede nombrarlo, por supuesto sería absolutamente responsable de actuar ante el Tribunal de Justicia y el TSE para hacer valer su derecho a la defensa en el ejercicio de los procedimientos judiciales y electorales”. que fueron planteados”.
Fabricio Alvarado, cuyo partido votó contra la insurrección en el último juicio, aseguró que analizarían el asunto pero anunció que no votaría por una “venganza política”.
«Queremos conocer más detalles y estamos esperando el proceso que debe llevarse a cabo para llegar a una decisión final. Pero tal como hicimos en el caso anterior, lo haremos en este caso: analizaremos en detalle las circunstancias y los agravios existentes y tomaremos una decisión basada en un análisis tranquilo, crítico e integral y no en la venganza política, como sé que hacen otros grupos políticos».
En el PUSC, cuyo bando también estuvo dividido en la última discusión, resaltaron que esta vez el pedido no provino del Poder Judicial.
“Ya no es el fiscal, ya no es la Corte Suprema, ya no es la persecución judicial, sino que ahora es el TSE el que está solicitando el levantamiento de la inmunidad por las causales planteadas ante este tribunal”.
Mucho más incendiaria fue Pilar Cisneros, quien hoy cuestionó la posibilidad de un “golpe institucional”.
«¡¿Continuarán?! Esta es una prueba más de cómo funciona la institucionalidad de la casta política que ha dominado completamente a este país para su propio beneficio. Ahora la pregunta es: ¿estamos ante un intento de golpe institucional contra el presidente más popular en la historia de Costa Rica? ¿Por qué el tribunal no puede continuar la investigación sin levantar la inmunidad del presidente Chaves? ¿Cuándo lo han hecho con una velocidad tan asombrosa? ¿Cuál es la verdadera intención del tribunal? ¿Chaves inhabilita? “Sacarlo de ¿Zapote y cortarle la continuidad política?” preguntó.