En estas vacaciones nacionales, celebramos con orgullo dos legados que nacieron entre las olas y la arena de PuntarenasY que hoy representa más que una provincia: reflejan el talento, la identidad y la pasión de todo un país.
Desde la playa, el maestro Isidro con wong Dio vida a sus primeras obras. Conocido como «Kun Kun» para sus nietos, que en cantonés significa «abuelo», su familia lo recuerda con ternura y con el detalle entrañable de su gusto por el café muy frío.
Hoy, son ellos quienes tienen la hermosa responsabilidad de mantener vivo su legado (Ver nota completa en el video adjunto).
Y en esas mismas costas, el Voz inolvidable de Gilberto Hernández, cuya casa fue testigo de reuniones con figuras como Julio Jaramillo. Su legado musical, contado hoy por su descendencia, ha dejado una marca profunda en el corazón de Costa Rica.
