octubre 5, 2025
Costa Rica

Las mujeres indígenas adultas accederán al método de planificación a largo plazo – Reporte Tico

  • septiembre 19, 2025
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San José, 19 set (elpaís.cr). – Las mujeres indígenas adultas pueden acceder voluntariamente a la implantación de la subducción etonogestrel, conocida comercialmente como implanon, dentro de los servicios

Las mujeres indígenas adultas accederán al método de planificación a largo plazo

 – Reporte Tico

San José, 19 set (elpaís.cr). – Las mujeres indígenas adultas pueden acceder voluntariamente a la implantación de la subducción etonogestrel, conocida comercialmente como implanon, dentro de los servicios de salud pública, según lo confirmado por la oficina del defensor del pueblo después de una investigación sobre barreras estructurales que afectan a esta población en el campo de la salud sexual y reproductiva.

La medida se ha especificado más tarde, desde octubre de 2024, el Hospital William Allen Taylor en Turrrialba administrado ante el Fondo de Seguridad Social Costa Ricic (CCSS) la autorización para ofrecer este método a mujeres indígenas mayores de 20 años, con una edad fértil, sin contraindicaciones médicas y con la necesidad de planificación familiar.

Hasta la fecha, el uso de este implante se ha limitado a adolescentes y mujeres hasta 20 años, lo que excluye más del 40% de la población indígena de edad reproductiva, según los datos del hospital.

Factores de riesgo y barreras de acceso

Las autoridades médicas enfatizaron que las mujeres indígenas enfrentan dificultades geográficas significativas, caminando más de 24 horas para acceder a un centro de salud.

De la misma manera, debido a su visión del mundo y prácticas culturales, muchos prefieren métodos a largo plazo que eviten la consultoría, especialmente cuando el personal masculino tiene que ser asistidos por el personal masculino.

La discreción ofrecida por este tipo de anticonceptivo también se valora en contextos donde se pueden dar conflictos de pareja o presiones sociales al control de la fertilidad.

La población indígena femenina de Turrrialba también presenta un alto riesgo obstétrico. De las mujeres de edad fértil que asisten a este hospital, el 51.4% pertenecen a comunidades indígenas, pero solo el 10.96% había logrado acceder al implante bajo las restricciones anteriores.

Según los especialistas, tener un método anticonceptivo moderno, a largo plazo y cultural puede prevenir embarazos de alto riesgo e incluso reducir la mortalidad materna en estos territorios.

Una medida de la clave de los derechos humanos

El informe sobre la relación especial sobre los derechos de los pueblos indígenas en Costa Rica (julio de 2022) ya había señalado con desigualdad en el acceso a la salud sexual y reproductiva. Este documento reveló que la tasa de embarazos de adolescentes indígenas alcanzó el 10,2%, más del doble del promedio nacional del 4.3%.

En sus recomendaciones, el Relator instó al estado a capacitar al personal de atención médica a eliminar las prácticas racistas o discriminatorias y para garantizar servicios de calidad que priorizaron la salud sexual y reproductiva de las niñas y mujeres indígenas.

La Oficina de Ormbudsman está de acuerdo en que esta autorización no es solo una decisión clínica, sino también una acción afirmativa necesaria para combatir las desigualdades estructurales. En su opinión, es un paso hacia la garantía de la autonomía, la autodeterminación y el respeto por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres históricamente marginadas.

Más allá de la clínica: equidad y relevancia cultural

El acceso al implante de subducción, el Defensor del Pueblo, no se limita, no se limita a prevenir embarazos no deseados. También es una medida de salud pública que responde a los principios de igualdad, no a la discriminación y la relevancia cultural.

Proporcionar a estas mujeres una opción segura, discreta y a largo plazo, no solo la prevención de embarazos de alto riesgo, sino también más atención humanizada, que reconoce la diversidad cultural y las condiciones de vida particular en los territorios indígenas.

«Garantizar el acceso a este método anticonceptivo significa respetar la dignidad de estas mujeres, su derecho a decidir y su derecho a recibir servicios de salud en condiciones de capital», dijo el defensor del pueblo catalán.

Un avance en la lucha contra las lagunas estructurales

La autorización del implante para mujeres indígenas adultas se interpreta como un avance en la eliminación de barreras históricas vinculadas a la pobreza, la violencia, las distancias geográficas y la exclusión del sistema de salud.

Para las comunidades, es una medida específica que mejora las oportunidades de salud sexual y reproductiva y asiste a las advertencias realizadas en informes nacionales e internacionales sobre la deuda del estado del estado del estado de las mujeres indígenas.

En palabras del defensor del pueblo catalán, este cambio no solo protege la salud de quienes lo requieren, sino que también representa un paso decisivo hacia la justicia reproductiva d.