El idilio entre la prensa panameña y el joven delantero panamano Gustavo Herrera comienza a salir, y ninguno de los dos en su propio país encuentra cómo justificar su bajo rendimiento. El periodista Álvaro Martínez publicó en X (anteriormente Twitter) un mensaje que refleja a los harados:
«Hoy se cumplen 11 juegos y 570 minutos sin que Gustavo Herrera pueda anotar con el Saprissa. Me estoy quedando sin argumentos para defenderlo»Escribió, acompañado de una fotografía del atacante.
La frase cayó como un eco en las redes sociales y fue replicada por los fanáticos tanto en Panamá como en Costa Rica, donde las preguntas sobre la firma del atacante de 19 años crecen todos los días.
La firma y expectativa
Cuando fue presentado en julio, Erick Lonis, presidente del área deportiva de Saprissa, lo definió como un jugador «Completa todo el frente del ataque»Capaz de actuar como delantero central, segunda punta e incluso extrema. La ilusión fue clara: agregar un joven talento de proyección internacional, con un paso anterior al lucir San Miguelito y el equipo juvenil de PanameNian.
Pero hasta ahora, esa apuesta no se traduce en objetivos.
Números que se preocupan
En la apertura de 2025 y en la Copa Centroamericana, Herrera ha jugado 11 partidos oficiales con Saprissa, acumulando 570 minutos. El gran problema es que No registre un objetivo ni asistencia En su estadía.
Su papel ha sido intermitente: titular en algunas reuniones, sustituyendo en otras, pero sin consolidar como una pieza determinante en la ofensiva púrpura.
Mientras tanto, Saprissa está pasando por una de sus peores ráfagas recientes: eliminada de la Copa Centroamericana, fuera de las posiciones de clasificación en el torneo local y con dolorosas derrotas como 3-1 contra Puntarenas.
La presión aumenta
La crítica de Panamá refleja la realidad: el atacante que tuvo que convertirse en una promesa para la región hoy es sinónimo de frustración. Su firma se ve con lupa, e incluso los periodistas panamanos mismos admiten que se están quedando sin argumentos para apoyarlo.
A los 19 años, Gustavo Herrera todavía tiene un margen de mejora, pero su presente en Saprissa es una deuda pendiente. La gran pregunta ahora es si el club morado le dará suficiente confianza para revertir su inicio o si el tiempo comenzará a agotarse en una institución que exige resultados inmediatos.
Con un contrato hasta junio de 2026, Herrera debe responder pronto a la corte si quiere justificar el voto de confianza que recibió cuando llegó a Costa Rica.