La Asociación de Deportes de Guanacastca (ADG) argumenta que una medida de precaución del Tribunal Administrativo de Conflictos deportivos (Triacode) obligó a la Federación de Fútbol Costarricen (FCRF) y su Comité de Licencias para restaurar su derecho a participar en el Campeonato 2025-2026. Sin embargo, el tribunal mismo negó esa interpretación y aclaró que su resolución no tiene el alcance asegurado por el club Pampero.
«El Triacode, por medio de una resolución firme, ordenó al FCRF y su comité de licencias que restaurara inmediatamente el derecho de participación del ADG», dijo el equipo en un comunicado publicado el sábado. Esa declaración ha sido el pilar argumentativo de la defensa de Guanacastca contra la revocación más reciente de su licencia.
Sin embargo, en una entrevista con Elmundo.crEl Secretario del Triacode, Gioconda Elizondo Navarro, fue enfático al señalar que la medida de precaución nunca ordenó otorgar una licencia o restaurarla. «No podemos obligar al Comité de Licencias a entregar licencias. Lo que resolvimos fue que se le permitiera participar en el proceso como cualquier otro equipo, con igualdad de condiciones», explicó.
Elizondo agregó que la concesión de una licencia depende del cumplimiento de los criterios técnicos (financiero, legal, de infraestructura y deportes) que solo el comité de licencias está facultado para evaluar. «Entendemos que hay requisitos que deben cumplirse y, si no se cumplen, el comité es libre de no concederlo», dijo.
La aclaración del Triacode contradice frontalmente la interpretación que ADG hace de la resolución y debilita su narrativa de que hay un desprecio de la Federación. La declaración del club habló de una «orden de cumplimiento clara, vinculante y obligatoria», que, según el tribunal en sí, nunca existió en esos términos.
Con esta aclaración pública, el Triacode desmantela uno de los principales argumentos con los que Guanacanca denuncia a una presunta arbitrariedad contra él. Más allá del conflicto legal en la parte inferior del caso, la verdad es que la medida de precaución no garantizó la participación automática en la primera división, sino solo el derecho a ser evaluado como cualquier otro solicitante de licencias.