Nueva película sobre Teresa de Calcuta: una santa imperfecta – Reporte Tico
- diciembre 10, 2025
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Teresa tenía 19 años cuando viajó a la India como novicia. Allí conoció muy de cerca la miseria, el hambre y la enfermedad. Vivió como monja católica y
Teresa tenía 19 años cuando viajó a la India como novicia. Allí conoció muy de cerca la miseria, el hambre y la enfermedad. Vivió como monja católica y
Teresa tenía 19 años cuando viajó a la India como novicia. Allí conoció muy de cerca la miseria, el hambre y la enfermedad. Vivió como monja católica y maestra en Calcuta, en la Orden de Loreto, dedicada a la educación y la labor misionera en la India. Calcuta era entonces una ciudad superpoblada, con servicios públicos desbordados y un sistema sanitario prácticamente inexistente.
La película “Teresa: Una vida con luces y sombras” nos sumerge en un paisaje urbano ruidoso y caótico, de hacinamiento y aglomeraciones. Teresa, nacida Anjezë Gonxhe Bojaxhiu en 1910 en la capital de Macedonia del Norte, Scopia, fue una mujer que buscó su vocación entre ruinas y penurias: vivir entre los más pobres.
La película retrata a Teresa, magníficamente interpretada por Noomi Rapace, no como una figura sobrenatural, sino como una mujer que se rebeló contra su iglesia. Su plan era revolucionario: abandonar el convento, fundar su propia orden, trasladarse al corazón de los barrios bajos y cuidar de los enfermos y moribundos.
La Iglesia resistió, ya que el deseo de Teresa significaba romper con las antiguas tradiciones y la obediencia, pero ella persistió. En 1948, el Vaticano cedió y finalmente, en 1950, fundó el orden mundial de las Misioneras de la Caridad.
La película, visualmente densa, muestra los barrios marginales de Calcuta y sus habitantes marcados por la pobreza y la enfermedad, pero también el mundo idílico de la escuela de niñas, con vestidos rosas, y las espartanas habitaciones de las monjas dentro de los muros del convento, donde Teresa, como madre superiora, gobernaba con mano de hierro.
La película muestra a Teresa de manera respetuosa pero crítica. En una escena, la protagonista se pregunta si realmente su compromiso surge del puro amor al prójimo o de la vanidad. En otro momento se pregunta también si la compasión deja lugar a contradicciones, por ejemplo en la cuestión del aborto.
La imagen de la verdadera Teresa, canonizada por el Papa Francisco en 2016, empezó a resquebrajarse hace tiempo. En vida, fue una figura controvertida. Organizaciones de derechos humanos la acusaron de dirigir residencias carentes de medicamentos e higiene, que parecían más hospicios que hospitales. Y que, a pesar de haber recibido cientos de millones de dólares en donaciones de fuentes a veces dudosas, los estándares médicos de sus instituciones eran pésimos.
El periodista británico Christopher Hitchens criticó que Teresa de Calcuta «amaba la pobreza, no a los pobres» y no hizo nada para acabar con el sufrimiento. A ella se le atribuye la frase: “Es hermoso ver a los pobres aceptar su destino y sufrirlo como Cristo”.
Teresa fue muy crítica con el tema del aborto. En su discurso del Premio Nobel de la Paz (1979), calificó el aborto de «asesinato» y «el mayor destructor de la paz», lo que la convirtió en un referente moral para los movimientos conservadores y, al mismo tiempo, en el blanco de las críticas feministas, que la acusaban de subordinar los derechos de las mujeres al ideal del autosacrificio.
Sin embargo, para la directora de la película, Teona Strugar Mitevska, Teresa poseía cualidades feministas. «Se tomó la libertad de ser quien era para lograr su objetivo. Eso, en mi opinión, la convierte en una figura muy feminista», dijo Mitevska a la revista de cine. cineasta.
Fue una mujer que gozó de autoridad en una iglesia patriarcal, fundó su propia orden y obtuvo impacto mundial. Además, desafió las convenciones, abandonó el convento y dirigió a miles de hermanas. Al mismo tiempo, defendió una visión de la feminidad centrada en la maternidad, la renuncia y la obediencia.
Su vocación era ayudar a quienes sufrían, no cambiar estructuras. No era feminista en el sentido emancipatorio, sino en el sentido de presencia y liderazgo femenino. En sus últimas décadas, Teresa tuvo serias dudas. Sus cartas y extractos de sus diarios, publicados en 2007, revelan una gran soledad y cuestionan la existencia de Dios.