El pulso del público se vuelve a sentir en el tramo final de Mira quien baila (MQB). Tras una semana intensa, el brasileño Neto Rangel y la bailarina mexicana Jazel Acevedo Se preparan para afrontar la semifinal, conscientes de que ahora dependen completamente del voto del público.

Al finalizar la décima gala, se anunció que el brasileño y la maquilladora Mariana Uriarte están en “zona de riesgo” y solo uno llegará a la final.

Rangel y Acevedo representan en esta edición Dinámicauna organización dedicada a promover la inclusión social y el desarrollo integral de niños con discapacidad, causa que la pareja dice llevar en el corazón cada vez que sube a un escenario.

Con serenidad, pero sin ocultar sus ganas de continuar, Neto se dirigió a los presentes con un mensaje directo y lleno de honestidad:

«Sí, la verdad me siento tranquilo, me siento feliz y te lo digo con el corazón abierto. No voy a ser hipócrita, claro que quiero llegar a la final», explicó.

Y añadió un claro pedido a quienes lo han acompañado en su proceso artístico dentro del programa:

«Lo único que les puedo pedir es que voten por mí, por favor. Espero poder llegar a la final porque sé que va a ser genial», concluyó.

Su pareja de baile, Jahzell Acevedo, no tardó en reconocer el esfuerzo y crecimiento del brasileño desde la primera gala:

«Primero quiero decirles que Neto ha hecho un excelente trabajo desde la gala uno. Hizo el merengue con una potencia que nunca antes había hecho y el tango lo hizo perfectamente bien también», destacó.

El bailarín elogió la entrega de Rangel en una noche llena de exigencia técnica y versatilidad interpretativa.

Neto y Jahzell tuvieron dos apariciones muy diferentes, ambas bien recibidas por el público presente en el Estudio Marco Picado. La pareja fue la encargada de abrir la gala con una vibrante coreografía de merengue, acompañada por cuatro bailarines extra que reforzó la energía festiva y el dinamismo de su presentación.

Para su segunda participación decidieron apostar por un ambiente más íntimo, sin extras en el escenario, pero con una marco de fotos como elemento visual clave, utilizado para enmarcar momentos de tensión y conexión corporal en la coreografía. La decisión escénica aportó dramatismo y una lectura diferente del tango tradicional.

Con la semifinal en puerta y la competición más cerca que nunca, la permanencia de Rangel y Acevedo depende del apoyo del público. El dúo confía en que quienes creen en su evolución y en la causa social que representan los acompañen en esta etapa decisiva.

¿Neto y Jahzell seguirán su camino hacia la gran final? La respuesta se sabrá el próximo domingo, cuando el país vuelva a elegir a sus favoritos en la pista. MQB.