El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que bandas criminales importan piezas de armas como AK-47 y AR-15 para ensamblar en el país.

“Muchas de las armas que circulan en Costa Rica -incluidos los AR-15 y otras armas de gran calibre- no están completas ni son legales”, dijo Michael Soto, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de AI.

El OIJ advierte que los grupos criminales importan por separado piezas que son declaradas en la aduana como productos diferentes: piezas de automóviles, piezas de teléfonos móviles u otros artículos.

El método consiste en traer componentes como cañones, culatas y resortes en diferentes momentos para no despertar sospechas. Una vez que las armas llegan al país, son ensambladas por personas dedicadas a esta actividad.

Las autoridades reconocieron este patrón porque cuando confiscaron las armas no pudieron identificar su origen ni encontrar evidencias de producción artesanal mediante tornos, lo que aumenta su peligrosidad. Además, dado que no tiene número de serie ni registros oficiales, la entrada fragmentada complica cualquier intento de localizarlo.

Actualmente, las armas con calibre 9 milímetros continúan siendo las más utilizadas en los homicidios en el país. En segundo lugar están los AR-15, cuyo uso ha aumentado en escenas violentas vinculadas al crimen organizado.

Este año el país ha visto un aumento en la incautación de armas en manos de grupos criminales.

Según el OIJ, en lo que va del año se han registrado 762 homicidios, 606 de los cuales fueron cometidos con armas de fuego, una muestra del peso que tienen estas estructuras en la violencia que azota al país.

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