Este jueves 30 de octubre a las 17 horas, Monseñor Javier Román, Obispo de Limón y Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, fue dado de alta del hospital luego de sufrir un grave infarto, estando hospitalizado desde el sábado anterior.

El líder religioso procederá ahora a un proceso de rehabilitación que durará unos tres meses. Durante este período deberá descansar y seguir estrictamente las indicaciones médicas.

En un video difundido por la iglesia, Román agradeció a todos los que se unieron en oración por su salud, así como al personal médico que lo atendió durante los días críticos. “Continúen orando por mí para que pueda seguir sirviendo al Señor como Él quiere”, expresó con emoción.

El Obispo explicó que fue operado de emergencia y que, gracias a una evolución positiva, poco a poco pudo retomar sus funciones tanto en la Diócesis de Limón como en la Presidencia de la Conferencia Episcopal.

También se disculpó por no poder responder a todos los mensajes y buenos deseos recibidos: “Pero los vi todos”, dijo.

Durante su mensaje, Román compartió una reflexión espiritual sobre lo vivido:

«En este jueves eucarístico, mi alma se llena de gratitud al reflexionar sobre el milagro de la vida. Dios me sostuvo con su mano poderosa y me dio una nueva oportunidad después de un grave infarto. Sentí su amor en cada oración, en cada pensamiento, en cada palabra de aliento tuya, que fue mi fuerza cuando las mías estaban agotadas. La vida es un don divino, y hoy sólo puedo decir: ¡Gracias, Señor, por tu infinita misericordia!»