Unos días después de la publicación de sus memorias, el rey emérito de España, Juan Carlos I, defendió como una forma de «ayudar» a su hijo y heredero Felipe VI la decisión de exiliarse en Abu Dabi hace cinco años, cuando se veía acorralado por sospechas de corrupción.

El monarca, jefe del Estado español desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 hasta su abdicación en 2014, publicará el próximo 5 de noviembre en francés unas memorias escritas junto al periodista francés Laurence Debray.

La edición española, de la mano de Planeta, se estrenará a principios de diciembre.

A la espera de estas liberaciones, Juan Carlos, de 87 años, concedió una entrevista al diario francés Le Figaro, en la que defendió su decisión de exiliarse en Abu Dabi, aunque sin comentar el motivo que le empujó, las sospechas de corrupción.

«Para ayudar a mi hijo, busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran venir a buscarme fácilmente», dijo al diario francés en la entrevista publicada este miércoles.

«La última vez que vino un periodista español, las autoridades locales lo mandaron a prisión. Tuve que intervenir para sacarlo», afirmó el monarca emérito, que pese a su exilio ha visitado España en contadas ocasiones, para participar en regatas en Galicia.

Juan Carlos, distanciado de su esposa Sofía y de su hijo Felipe, abandonó España para instalarse en Abu Dabi el 3 de agosto de 2020, tras revelaciones cada vez más bochornosas sobre el dudoso origen de su fortuna, en un momento en el que acababa de abrirse una investigación judicial en su contra.

Centrada en sospechas de corrupción y blanqueo de capitales, esta investigación fue archivada en marzo de 2022 por la justicia española.

Las otras dos investigaciones abiertas posteriormente también quedaron archivadas, principalmente por la prescripción de los delitos y la inmunidad que le protegió como jefe del Estado hasta su abdicación en 2014 en favor de su hijo, que nunca le visitó en Abu Dabi pero sí le recibió en Madrid en mayo de 2022 para hablar de «cuestiones familiares», como dijo entonces la Casa Real.

En la entrevista, Juan Carlos también defendió su papel como uno de los líderes de la transición a la democracia en España.

«La democracia española no cayó del cielo», exclamó, y defendió que el dictador Franco le preparó como futuro rey porque, según sostiene, lo hizo «para crear un régimen más abierto».

Juan Carlos también defendió su decisión de conceder en 2012 el Toisón de Oro, la máxima distinción española, al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy, actualmente encarcelado en París por maniobrar para financiar ilegalmente su campaña electoral de 2007 con dinero libio.

Lo hizo, dijo, «como agradecimiento por la ayuda decisiva que prestó a España para luchar contra los terroristas de ETA», la organización separatista armada vasca disuelta en 2018.