Te pidieron que te fueras – Reporte Tico
- octubre 23, 2025
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Juan Carlos Rojas siempre ha sido un hábil líder frente a los micrófonos. Eso hay que reconocerlo. Conoce el discurso, domina la escena mediática y sabe instalar narrativas
Juan Carlos Rojas siempre ha sido un hábil líder frente a los micrófonos. Eso hay que reconocerlo. Conoce el discurso, domina la escena mediática y sabe instalar narrativas
Juan Carlos Rojas siempre ha sido un hábil líder frente a los micrófonos. Eso hay que reconocerlo. Conoce el discurso, domina la escena mediática y sabe instalar narrativas convenientes. Pero también es cierto que estas retóricas se desmoronan cuando los números hablan por sí solos.
Purple Horizon lleva, al menos, nueve meses de ajustes internos buscando una salida a un modelo de negocio agotado, fruto de una mala administración que se fue Pérdidas millonarias entre 2020 y 2024. Y todo indica que el período fiscal de 2025 será aún peor: sin grandes ventas de jugadores, sin taquillas relevantes y luego de una muy temprana eliminación en la Copa Centroamericana, que privó a Saprissa de ingresos claves por taquilla y exposición internacional.
No todos los socios quedaron satisfechos con la gestión de Rojas. Ni todos los aficionados. El presidente que se negó a pronunciar la palabra “crisis” encabezó una administración que sí la vivió en silencio, sostenida más por la retórica del éxito que por los resultados financieros o deportivos.
Rojas y su gerente general, Gustavo ChinchillaYa fuera del club, fueron señalados internamente por la falta de planificación, el desorden presupuestario y decisiones deportivas erráticas que terminaron reflejándose en el campo.
Mientras otros clubes reforzaron su estructura con figuras importantes, Saprissa quedó atrás. La afición entendió que la razón por la que el club no compitió por el regreso de Joel Campbell o Celso Borges No era que el mercado estuviera inflado, sino que el el presupuesto no fue suficiente por la forma en que se administraron los recursos.
La exigencia del saprissismo no perdona.
Desde en ElMundo.CR revelamos los datos específicos de la deuda en default—más de $33 millones consolidados y $18 millones en crédito bancarioSegún los propios estados financieros, muchos entendieron por qué el club No gana un título desde el 24 de mayo de 2024.
El desencanto creció. Y con ello, la presión.
Rojas puede decir, como aseguró este miércoles a La Naciónque su salida fue parte de un “cierre de ciclo” y que nadie lo obligó a vender sus acciones.
Pero en la práctica, Sí hubo un ambiente que lo empujó a dar un paso al costado..
“Es falso que hubo algún tipo de presión, al contrario los socios me pidieron que me quedara”, dijo Rojas.
Lo cierto es que los números del club, las pérdidas acumuladas y el desgaste político dentro de Horizonte Morado no dejaron espacio para su liderazgo. No fue un impulso repentino ni una reflexión personal: fue el resultado de meses de reuniones, diferencias internas y advertencias de socios que ya no creían en su liderazgo.
A esto se suma el auge de Eric Lonis como figura determinante en la toma de decisiones de Saprissa desde junio, desplazando efectivamente la autoridad de Rojas dentro del club.
Cuando Rojas afirma que vendió “por decisión propia”, omite un matiz esencial: No fue expulsado, pero le resultaba insostenible seguir.
El contexto económico, la presión de la afición, el desgaste político y las exigencias de los inversores configuraron un escenario en el que su salida era la única puerta posible.
Puede que los socios no lo hayan dicho abiertamente, pero el mensaje fue claro: su ciclo había terminado.
Es más, si hubieras concertado la llegada de un inversor externo, probablemente las acciones las habrías comprado a otro socio y no te habrías ido de Horizonte Morado.
Nadie discute que Juan Carlos Rojas fue un presidente exitoso en el deporte –11 títulos nacionales y uno internacional– ni que modernizó parte de la estructura administrativa.
Pero también deja a una institución financieramente agotada, ilíquida y con un modelo que requiere reestructuración profunda y con una afición dividida entre el agradecimiento y la desconfianza.
El mismo líder que en sus primeros años hablaba de eficiencia, austeridad y planificación, acabó hundido en las contradicciones de una gestión que perdió el rumbo.
Por eso, aunque dice que “nadie lo presionó”, los hechos muestran otra historia: hubo presión.
Sí, hubo desgaste.
Y sí, señor Rojas, Sí te pidieron que te fueras, lo pidió a gritos el hincha.