San José, 11 de septiembre (Elpaís.cr). – La Asamblea Legislativa aprobó este jueves, con 33 votos a favor y 6 en contra, una moción promovida por los miembros de la Nueva República para reconocer formalmente el «póster de los Suns» como una organización terrorista.
La decisión es parte de los esfuerzos legislativos para responder al creciente impacto del tráfico de drogas en Costa Rica y en la región, aunque la discusión estuvo marcada por una fuerte confrontación política entre los bancos, principalmente en el Partido de Extensión de Frente (FA).
El movimiento y su alcance
La iniciativa aprobada indica el «póster de las plantas», supuestamente liderado por un gobierno altamente venezolano, como una amenaza directa para la seguridad nacional y la estabilidad democrática regional.
El texto insta a la rama ejecutiva, a través del Ministerio de Seguridad Pública, el Instituto de Drogas Costerianas (ICD), la Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) y el Ministerio Público, a tomar medidas para identificar, investigar y desmantelar cualquier presencia o vínculo de esta organización en .
Además, incluye la inmovilización y confiscación de fondos relacionados con el cartel, fortalecer la cooperación internacional y aplicar sanciones a aquellos que colaboran con sus operaciones.
La moción también respalda los esfuerzos de los Estados Unidos y Francia al Caribe para contener sus actividades, movilizando los buques de guerra con 4.000 marines y un submarino nuclear.
El «Cartel de los Soles» ha sido identificado por la Oficina del Departamento de Activos del Tesoro (Oferta) del Tesoro de los Estados Unidos como grupo que brinda apoyo logístico y material a organizaciones criminales como el «Tren Aragua» y el «Cartel Sinaaloa».
El amplio voto en contra
El único bloque legislativo que rechazó la moción fue el frente ancho. La diputada Sofía Guillén explicó que su fracción se opuso porque, aunque el texto se presenta como un esfuerzo contra el tráfico de drogas, es «una forma velada de justificar una posible invasión de los Estados Unidos contra Venezuela».
«Estamos absolutamente comprometidos con la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado. Pero no vamos a garantizar un discurso que busque legitimar la interferencia militar con las potencias extranjeras en América Latina», advirtió Guillén.
El legislador enfatizó que la posición de AGO no significa ignorar la amenaza de los carteles internacionales, sino reafirmar la defensa de la soberanía de los pueblos y el principio de no intervención.
Un movimiento alternativo de la FA
Tras el debate, el extenso frente presentó una moción alternativa, que también se refería a los carteles de Jalisco Nueva Generacional, Sinaloa y el póster de Suns mismo, pero incorporó explícitamente el respeto por los tratados internacionales contra la proliferación de las armas nucleares y el principio de la soberanía estatal.
Esta moción fue aprobada por 24 votos contra 16, con el apoyo del Partido Nacional de Liberación (PLN), el FA e Independent, y la oposición del Partido Gobernador, el Partido de la Unidad Social Cristiana (PUSC), la Nueva República y el Partido Liberal Progresista (PLP).
Cruzando acusaciones
La aprobación de la segunda moción desencadenó un nuevo intercambio verbal. El diputado de Nueva República, Fabricio Alvarado, acusó al hecho de promover un «movimiento cálido» que, según él, no responde con la fuerza al desafío del tráfico de drogas.
En respuesta, de la FA, suprimieron la nueva República, que describieron como una inconsistencia política: «Llenan sus bocas denunciando a Venezuela, pero no critican al narco -gobernador que tenemos en casa», dijo uno de sus legisladores.
El jefe de la fracción del partido gobernante, Pilar Cisneros, también intervino para defender la dirección del gobierno a este respecto, recordando medidas como la instalación de escáneres y la reforma constitucional que permite la extradición de nacionales vinculados al tráfico de drogas.
Desde la costa frontal, respondieron que, a pesar de estos anuncios, las políticas de administración actuales han debilitado las instituciones clave en la lucha antiDódica y favorecieron la expansión de las redes criminales en .
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) decidió mover al grupo de guardias más especializado, que operaba en la parte sur d, el punto de admisión de drogas del príncipe en el Pacífico central.
La decisión redujo la capacidad de responder a la región sur y aumentó los tiempos de reacción para la intercepción de los barcos vinculados al tráfico de drogas.
Mediante la disposición de la administración de Chaves, la base del Grupo de Operaciones Especiales de la Guardia Costera (Gopes) fue transferida de Bahía Drake, a Osa, a las instalaciones donde operaba la Academia Costera, que, a su vez, había sido trasladada al interior, al Cantón de Pococí, lejos del mar de Caribs.
Debate abierto
La controversia refleja la dificultad de lograr un consenso en torno a un tema tan sensible como el tráfico de drogas, donde los intereses de la seguridad interna, la política exterior y el respeto por la soberanía de los estados se unen.
Aunque la mayoría de las legislativas se inclinaban a apoyar una línea dura contra el «cartel de suelas», el frente amplio buscaba abrir un debate más amplio sobre cómo combatir el tráfico de drogas sin reproducir narraciones que, en su opinión, abren la puerta a la interferencia extranjera en la región.