El dolor menstrual es uno de esos problemas que genera curiosidad, empatía e incluso incredulidad en aquellos que nunca la han vivido. Y es que no todas las mujeres lo experimentan lo mismo: algunas apenas se sienten pequeñas molestias, mientras que otras terminan en la cama porque el dolor es tan incapacitante que no les permite que su vida normal.
El Dr. Andrés Zamora aclara que, cuando el dolor es tan fuerte que previene las actividades diarias, es mejor consultar con un especialista. Detrás puede haber varias causas ginecológicas, como malformaciones uterinas, quistes en ovarios o endometriosis.
Pero, ¿por qué duele? Todo tiene que ver con las sustancias que se liberan durante la menstruación y que generan contracciones para separar el endometrio, la capa interna del útero. A esto se agregan los cambios hormonales que también afectan el estado emocional, una mezcla explosiva que muchas mujeres conocen bien.
La buena noticia es que hay formas de aliviarlo. Desde antiinflamatorios, como las comprimidas dorivales y de calor, hasta la acupuntura o los anticonceptivos, dependiendo de cada caso. Por supuesto, el consejo es claro: nada reemplaza la evaluación médica para encontrar el tratamiento adecuado.
En resumen, el dolor ovárico no es un mito o una exageración: es real, tiene una explicación científica y, con el tratamiento correcto, se puede manejar mucho mejor.