En un estudio de la Universidad de Concordia de Montreal, Canadá, se examinó una alternativa prometedora: terapia de agua o hidroterapia.
Este método utiliza el agua como herramienta terapéutica y, según la Clínica Cleveland, alivia el dolor muscular y articular, mejore la movilidad y prefiera la relajación.
La hidroterapia no solo se limita al uso de piscinas especializadas, sino que también se puede aplicar con baños de agua caliente, duchas o incluso frío y calor.
En todos los casos, debe hacerse bajo la guía de un especialista médico.
La terapia acuática puede ser un instrumento efectivo para mejorar la fuerza, la movilidad y la salud emocional de quienes viven con dolor de espalda crónico.