San José, 29 de agosto (Elpaís.cr) .- El Consejo Municipal de Upala aprobó, en la sesión ordinaria del 21 de agosto, la extensión de diez años de la moratoria en nuevos proyectos hidroeléctricos en el Cantón, una medida que se estableció en 2015 y se extendió por primera vez en 2020.
La iniciativa fue promovida por la Asociación de Iniciativas Folklóricas de dicha Costa Rica y fue apoyada por varios sectores sociales de la comunidad Upaleña, así como a los concejales y concejales municipales.
Según Diresö, los prisioneros hidroeléctricos han dejado un «legado negativo» en el área, con consecuencias ambientales, sociales y económicas. Entre ellos, señalaron la pérdida de bosques y hábitats naturales, la degradación de la cuenca, la disminución de la biodiversidad acuática y la acumulación de sedimentos en los ríos.
Además, advirtieron que las plantas hidroeléctricas han reducido las actividades económicas tradicionales de bajo impacto vinculadas a los ríos, la pesca artesanal y la soberanía limitada de las comunidades.
«La electricidad producida no se consume en Upala y los beneficios económicos no se reflejan en la esquina», dijo la organización.
La asociación también enfatizó que las operaciones de los prisioneros están relacionadas con el aumento de la frecuencia e intensidad de las inundaciones en el territorio, un fenómeno que ha afectado directamente a las familias y a las comunidades enteras.
Un modelo de desarrollo de revisiones
Con esta extensión, el municipio de Upala responde a un ciudadano tan llamado que busca repensar el modelo de desarrollo local, promoviendo alternativas más sostenibles y con una mayor participación de la comunidad.
«Esta es una decisión estratégica para proteger las fuentes de agua y prevenir los impactos negativos de la presa en un rincón altamente vulnerable a la sobreexplotación de cuencas hidrográficas», dijeron los representantes de Ditsö.
La organización recordó que, aunque el 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua, solo el 2.5% corresponde a agua dulce y, a partir de esta fracción, solo el 1% disponible para el consumo humano. En este contexto, consideran que la defensa de los ríos y las cuencas es un desafío crucial de esta época.
Agua en riesgo en el norte
La Asociación Ditsö también advierte que, a pesar de la riqueza del agua en , Costa Rica enfrenta serias amenazas sobre la disponibilidad y la calidad del agua. Entre ellos, mencionan la construcción de presas hidroeléctricas, la extracción industrial de materiales, el avance de los monocultivos agroquímicos agroquímicos y la ausencia de una clara planificación cantonal para la gestión y la conservación de cuencas y áreas protegidas.
En el área del norte y del Caribe, estas presiones han causado un creciente deterioro de los ríos y acuíferos. En Upala y Guatuso, los vecinos y organizaciones locales intentos de detener los proyectos hidroeléctricos se dirigieron hace varias décadas, consolidando en 2015 con la entrada en vigor de la primera moratoria.
La decisión del Consejo Municipal fortalece esta línea de acción, que se extiende durante una década más para prohibir los nuevos proyectos hidroeléctricos y nuevamente el lugar como un ejemplo de resistencia comunitaria a los modelos extractivos.