Viena fue elegida el miércoles para organizar la edición 2026 del Concurso Eurovisión, el evento musical televisado más grande del mundo, que se llevará a cabo en mayo, según lo anunciado por la cadena pública de Austria Orf.
El artista austriaco JJ ganó en la última edición, celebrada en Basilea (Suiza), lo que hace de su país natal la sede para 2026.
La capital austriaca, que ya organizó el concurso de canciones europeas en 1967 y 2015, terminó imponiéndose en Innsbruck, en Tyrol, la otra ciudad de Liza.
Viena, con más de dos millones de habitantes, apareció con el eslogan «Europa, ¿bailaremos?» (Europa, ¿bailamos?), Después del éxito que cosechó en la edición de 2015 con la Barbuda Dchuda Wurst.
«La reputación de Viena, considerada una de las ciudades más importantes del mundo en el campo musical, y su ubicación en el corazón de Europa la convierte en la ciudad anfitriona ideal» para esta 70ª edición del concurso, Martin Green, director de Eurovisión, director de Eurovisión, después del anuncio de la sede de ORF, comentó en una declaración.
Unos 166 millones de espectadores en 37 países vieron el concurso este año, con un récord del 60% de los espectadores entre 15 y 24 años. La gala se obtuvo aún más en Instagram y Tiktok.
El concurso siempre va acompañado de cierta controversia. En la edición en Suiza, en el contexto de la Guerra de Gaza, los activistas propalestinos protestaron por permitir que Israel participara, lo cual fue segundo.
Eurovisión también es un programa que ofrece una gran visibilidad para la comunidad LGTB+.
En 2015, Viena instaló semáforos peatonales con imágenes de las mismas parejas de sexo en lugar del pequeño carácter solitario. Estos símbolos desde entonces permanecen en la capital austriaca y se han extendido a otras ciudades del país.