En el sur de la capital, los vecinos condenaron que los crímenes organizados confiscaron sus casas para usarlas como un búnker de drogas. En San José, un «préstamo drop -by -drop» o el rechazo de la cooperación con una organización criminal podría costar una familia en el hogar.
La Agencia de Investigación Justicial (OIJ) ha identificado casos en los que los grupos criminales se hacen cargo de los bienes raíces, incluso si los menores viven en ellos para transformarlos en centros quirúrgicos (Ver video adjunto de Soapoticias).
El 25 de julio, Telenotias tenía acceso a una casa en Hatillo que fue transformada en un búnker por un grupo criminal en la región. La policía de la ciudad demolió casas que se utilizaron para estos fines.
Según los datos de OIJ, cada uno de estos puntos de drogas puede generar hasta ₡ 5 millones por día en ganancias ilegales.
En algunos casos, los usuarios de drogas penales mantienen en estas propiedades y los obligan a quedarse allí hasta que termine su dinero.
Por miedo a las represalias, muchas víctimas prefieren no juzgar a las autoridades, lo que dificulta combatir este tipo de delito.
Este fenómeno está conectado a «Drop -by -drop -loan», una modalidad de crédito informal utilizada por las redes criminales para chantajear, amenazar y eliminar a las personas que necesitan protección.