Lo que pintó como una noche de celebración en Santa Bárbara terminó en una amarga lección para el Herediano Sport Club. Puntarenas FC, sin complejos, con orden y fuerza, agredió al estadio Carlos Alvarado y derrotó al National Bicampeón 2-3, exponiendo deficiencias preocupantes al comienzo del torneo de apertura de 2025.
Los Buenos Aires, dirigidos por César Alpízar, no solo ganaron el juego: impusieron respeto. Con solo tres tiros directos al marco, las dudas heredianas se convirtieron en goles, especialmente en las jugadas de pelota detenidas, donde los hambrientos vacilaron nuevamente, como sucedió hace días contra la Real España.
Desde el minuto 18, cuando Daniel Colindres anticipó al joven portero Emmanuel Garita para abrir el marcador, la historia del juego cambió. Y aún más en Jean Carlos Sánchez, quien silenció el estadio con un objetivo de voleos multimedia.
Herediano intentó reaccionar en la segunda mitad, impulsado por su orgullo y su pueblo. Randy Vega descontó con una subasta desviada a 56 ‘, y Marcel Hernández coincidió con 61’ con una aparición oportuna en el área. Pero cuando el juego parecía destinado al sorteo, Kenner Gutiérrez pareció ganar en la cima y marcar el último 2-3 en el minuto 88.
Ni la fiesta montada por el campeonato de dos tiempos, ni el homenaje a los equipos de campeones de 1978 y 1979, ni el impulso de la victoria en la Copa Centroamericana de América fueron suficientes para detener a un Puntarenas ordenadas, eficientes y valientes.
El equipo, que ya había sufrido contra Guadalupe (1-1), agrega solo un punto de seis posibles y preocupa su liderazgo, lo que ha insistido en que el tricamponato es una obligación.
Para colmo, las lesiones de sus dos porteros estelares, Dany Carvajal, fueron para una enfermedad de rodilla de La Recopa, y Aaron Cruz, herido en la calefacción, forzó el debut de Emmanuel Garita, que pagó costoso la inexperiencia al comenzar.
Puntarenas, mientras tanto, confirma que su última campaña no fue un accidente. El equipo regresó a la parte superior de la mesa con méritos, firmeza táctica y hambre de prominencia.
Y Herediano, que esta semana visitará a Diriangén en Nicaragua y luego a la alajuelse en el Morera Soto, sabe que no hay tiempo para las excusas.