El Sistema Nacional de Vigilancia de Tsunamis (Sinamot) de la Universidad Nacional (ONU) llegó a la conclusión de la tarde del miércoles de que el riesgo de tsunami se generó para Costa Rica después del megaterremoto de Rusia.
«Según la información que recibimos en las mareógrafas, sobre nuestros programas de vigilancia y los informes que recibimos de las comunidades con las que trabajamos, pensamos que los mayores efectos del tsunami de Rusia en Costa Rica llegaron a la conclusión», dijo Silvia Chacón, coordinadora del Sinamot-one.
Aunque el tiempo de mayor intensidad de las olas ya ha pasado, la compañía le pidió a la población que mantuviera una observación constante y cuidadosamente sabiamente con la costa costarricense del Pacífico.
«Es posible que en algunos lugares, como la desembocadura del río, las variaciones del nivel del mar se sigan observando, y fuertes corrientes en algunos puertos deportivos o portadas de los ríos. Por lo tanto, le pedimos a la población que esté atento cuando observan estos efectos y, por supuesto, no entran en el mar», advirtió Chacón.
«Para el resto del país, creemos que no se espera ningún otro efecto», agregó.
La advertencia ocurrió después de que el fuerte terremoto se registró en Rusia, que se impidió del tsunami en varios países del Pacífico, incluida Costa Rica. En respuesta a esto, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) emitió una advertencia para los 14 cantones costeros del Pacífico como precaución contra posibles cambios marítimos.
A las 3 p.m. El miércoles, en el mareo de Queepos, el tsunami se registró alturas más altas en la costa del Pacífico de nuestro país con un valor de 29 centímetros. Este valor alcanzó 18 cm en Puntarenas, mientras que tenía 7 cm en Golfito.
«En Potrero, se informaron fuertes corrientes que entraron y dejaban la Armada del Flamingo, y Pochote informó que el nivel del mar aumentaba en la boca y se redujo cada 30 minutos», dice el informe de Sinamot.
Cuando termina la amenaza, el CNE elevó la alarma amarilla en las zonas costeras.
Las autoridades repiten el llamado a la población costera y turística para no penetrar en el mar.