San José, 16 de julio (ELPAÍS.CR) .- El Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica (CPSCR) advirtió que las horas de trabajo semanales de 12 horas defendidas por un proyecto de ley «podría generar una disminución de más de 100 años en términos de derechos laborales».
Esta escuela fue advertida a través de su Comisión de Género y su Junta Directiva rechazó el proyecto de ley 24,290, actualmente en discusión en la Asamblea Legislativa, que propone implementar días hábiles excepcionales en el régimen 4 × 3.
Según la entidad sindical, esta iniciativa es una «disminución de más de 100 años en derechos laborales» conquistada por la clase trabajadora Costarricana.
El país celebró hace un siglo la conquista del día de trabajo de ocho horas, después de intensas huelgas, luchas sindicales y negociaciones que culminaron en su incorporación a la constitución política de 1949 y el Código Laboral. Sin embargo, el proyecto 24,290 aumenta los pasos a 12 horas al día durante cuatro días consecutivos, a cambio de tres días de descanso, lo que ha despertado fuertes preguntas de los sectores académicos, sociales y profesionales.
«Hoy, el proyecto de ley excepcional 4 × 3 podría generar más de 100 años en términos de derechos laborales de trabajadores costosos», advirtió la escuela.
Impacto desproporcionado en las mujeres
Uno de los principales argumentos del CPSCR es el impacto negativo de esta reforma en las mujeres trabajadoras, especialmente en los jefes del hogar.
En Costa Rica, el 43.7% de los hogares están liderados por mujeres y más de la mitad (55.6%) trabajos en el sector formal.
Para la Facultad de Sociólogos, la imposición de cambios prolongados de 12 horas más el tiempo de transferencia cometería seriamente las posibilidades de estas mujeres para llevar a cabo su trabajo de atención, afectando tanto a los niños como a los adolescentes, que estarían más expuestos a riesgos como abandono, uso de drogas y violencia.
Además, informan que el proyecto no contempla mecanismos de apoyo obligatorio, como las redes seguras de transporte nocturno, que profundizan la desigualdad de género y aumenta la precariedad.
«El texto legal solo sugiere que los empresarios podrían ofrecer servicios de atención, sin ninguna obligación legal. Esto deja a las trabajadoras en una situación de extrema vulnerabilidad», dijo la Comisión de Género de CPSCR.
Riesgos de salud y seguridad
Otro eje de crítica es el daño a la salud física y mental que podría conducir a la extensión de los días. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los largos días hábiles están relacionados con más de 50 enfermedades, incluidas afecciones cardiovasculares, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.
A esto se agrega el riesgo en términos de seguridad ciudadana. Los 4 × 3 días significarían que muchas personas, especialmente las mujeres, necesitan movilizarse por la noche para llegar a casa, en un país donde están aumentando la inseguridad, las agresiones y los femicidios.
«El proyecto menciona el problema de transporte superficialmente, pero no garantiza ningún servicio seguro o accesible para los trabajadores que tienen que mudarse a las horas nocturnas, especialmente en áreas rurales u urbanas peligrosas», dijo la escuela.
Legalización de prácticas abusivas
El CPSCR también expresó su preocupación por la posibilidad de que esta ley termine legitimando las prácticas laborales abusivas que ya existen en varias regiones d.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de 2024, en sectores como el turismo y en cantones periféricos como Upala o Chiles, hasta el 66% de las mujeres trabajadoras no reciben el pago por horas adicionales.
Si se aprobara el proyecto 24,290, la obligación de pagar horas extraordinarias a las horas de trabajo prolongadas sería de facto, lo que no solo viola la ley nacional, sino también tratados internacionales como los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), advirtieron.
«Este tipo de días en condiciones desiguales de poder laboral impone un riesgo grave de explotación. Aunque se promueven como» opcionales «, muchos trabajadores no podrán rechazar estos esquemas sin poner en peligro su trabajo», enfatizaron la junta directiva de CPSCR.
Contraste con las tendencias internacionales
Las escuelas profesionales que apoyan la oposición al proyecto, incluida la nutrición, la psicología y los grupos organizados de personas con discapacidades, exigían no seguir un modelo que consideren «obsoleto».
Señalan que en países como Alemania, Francia o Dinamarca, el debate gira en torno a la reducción de las horas de trabajo semanales a 35 o incluso 30 horas, para mejorar la productividad, el bien integral y la reconciliación de la vida personal con el trabajo.
Mientras tanto, en Costa Rica, el discurso político que lidera el 4 × 3 ha sido encabezado por figuras como el diputado oficial de Pilar Cisneros Gallo, quien ha defendido el modelo con el argumento de que los salarios d son «demasiado altos».
Sin embargo, los gremios profesionales rechazan este enfoque y advierten que ignoran el alto costo de la vida, los niveles de deuda de los hogares y la imposibilidad de que muchas familias cubran la canasta básica.
«El problema no es el salario, sino la desigualdad, la falta de políticas públicas eficientes y la falta de protección del empleo. En lugar de reducir los derechos, debemos fortalecerlas para atraer inversiones debido a la calidad de vida, la certeza legal y el capital humano calificado», dijeron.
Llamado para fortalecer el costoso modelo social
Los profesionales de la Facultad de Sociología y los sectores de apoyo dicen que la discusión de la productividad y la competitividad no debe hacerse a expensas de sacrificar los derechos laborales básicos.
Por el contrario, solicitan reorientar la agenda legislativa a cuestiones estructurales como inseguridad, tráfico de drogas, corrupción e inversión en salud pública y educación.
«Costa Rica se distinguió durante décadas por sus garantías sociales, no ofrecer mano de obra barata. Fingir competir internacionalmente por un trabajo precario lejos de este legado y nos acerca a los modelos que ya han fallado en otras latitudes», dijeron.
La pronunciación concluye con un llamado al diálogo social amplio, que implica no solo actores y legisladores comerciales, sino también sindicatos, asociaciones profesionales, organizaciones de mujeres y sectores académicos. El objetivo, afirman, debe ser una política laboral moderna, equitativa y sostenible.
«No es hora de regresar. Es hora de avanzar en los derechos, la dignidad y la justicia social».
El debate sobre el Proyecto 24,290 continúa a la Asamblea Legislativa, donde crecen las presiones del sector empresarial y las voces críticas de la sociedad civil.
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