SAN JOSÉ, 10 de julio (Elpaíss.cr) – En un contexto global y nacional marcado por el accidente demócrata y los signos autoritarios, la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR) presentó esta semana la semana Observatorio del Estado de Derecho ConstitucionalUna nueva instancia académica nacida con el objetivo de identificar y analizar las amenazas contra la democracia y los derechos fundamentales en .
La iniciativa, que se unirá al área de investigación de la facultad, surge como una respuesta institucional a la necesidad de una mayor vigilancia en el ejercicio del poder político y el fortalecimiento de los mecanismos de control del estado costoso. Su creación también refleja el compromiso de la universidad pública con una capacitación de humanista, crítica y diálogo constante con la realidad nacional.
Como explica el jurista Magaly HernándezCoordinador del Observatorio, uno de los principales desafíos es mantener viva la vigilancia del ciudadano antes de los ataques, revelados o directos, en los principios del estado de derecho. «Hoy es importante observar las amenazas y ataques contra nuestra democracia. Los eventos que tienen lugar en diferentes partes del mundo y que también pueden suceder en nuestro país, nos muestran la necesidad de ser vigilantes y verificar su progresividad», dijo.
Configuras preocupantes
Como parte del diagnóstico inicial que condujo a la creación del Observatorio, Hernández citó el resultado más reciente del estado de derecho preparado por la organización internacional Proyecto de Justicia Mundial (WJP)En el que Costa Rica descendió de la posición 25 a 29 entre 2020 y 2024.
«Costa Rica ha perdido cuatro puntos en esta escala y no detiene la atención por la que nuestro país regresa a este respecto. En este sentido, es importante que la academia, como entidad externa, pueda examinar la situación», agregó el académico, que advirtió sobre el progreso del populismo y el autorismo como un fenómeno que debe analizarse rigurosamente.
Además de controlar indicadores y eventos específicos, el Observatorio tratará de promover una cultura de reflexión a través de la promoción de la investigación estudiantil y la organización de espacios de discusión con especialistas. El objetivo final: proporcionar un conocimiento crítico que fortalezca los controles institucionales y defenderá los derechos fundamentales consagrados en la Constitución.
Compromiso universitario
Decano de la Facultad de Derecho, Marcela Moreno BujánDijo que esta iniciativa está alineada con los tres pilares de la misión universitaria: enseñanza, acción social e investigación. «Este proyecto es una coincidencia y está alineado con los objetivos, objetivos e indicadores de que nuestra unidad académica ha propuesto como prioridades en el desarrollo de las tres tareas universitarias consagradas en nuestro estado orgánico», dijo.
De la gestión del área de investigación, el jurista Tomás Federico Arias Castro Reafirmó la vocación histórica de la Facultad de Derecho con la defensa del orden constitucional y la investigación legal. «En esta situación necesaria e importante, estos conceptos no solo deben recordarse: deben aplicarse al anónimo y los extraños deben pedir que esta sea la forma en que todos nos comportamos y tomamos nuestras decisiones», dijo.
Voz crítica del aula
El Observatorio también tendrá una participación activa de los estudiantes. Para José David Bolaños CastroPresidente de la Asociación de Derecho de Estudiantes, es esencial que las aulas se conviertan en espacios de pensamiento crítico contra el debilitamiento institucional.
«Los signos de la rama ejecutiva y otras esferas del gobierno parecen revelar una visión distorsionada del marco constitucional, en el que la constitución ya no es la regla suprema que guía y limita el ejercicio del poder, para que sea un obstáculo para la acción», dijo el líder estudiantil.
Un espacio para desnudar la potencia
La presentación oficial del Observatorio incluyó una conversación con figuras prominentes del campo legal nacional, que acordó tener una instancia que analiza el poder político desde una perspectiva académica e independiente.
El magistrado de la Corte Suprema de Justicia y ex presidente del poder judicial, Fernando Cruz CastroCelebró la iniciativa y enfatizó la importancia de observar el ejercicio de los no centros institucionales. «Transparencia. La ley es poder, pero el poder debe ser despojado y los observadores de la tira de poder», dijo.
En la misma línea, el magistrado de la cámara constitucional, Ingrid Hess HerreraHizo hincapié en el papel de la investigación legal para proporcionar un análisis ponderado basado en datos y la capacidad de influir en el debate público. «Es esencial que haya una voz que, a través de un análisis con datos y reflexivos, pueda brindarnos información de calidad que nos permita comprender mejor y avanzar», dijo.
Por su parte, el magistrado de la Corte Suprema de Electore, Luis Diego Brenes VillalobosAdvirtió sobre los riesgos actuales que enfrenta la democracia costarricana, incluida la confrontación directa con los principios de la división de poderes.
«Estoy preocupado por los tiempos actuales, las declaraciones imprudentes, la confrontación directa con la división de los poderes en sí. Estos problemas deben estudiarse seriamente, de manera profunda y reflejada, para saber si lo que se dice es o no», dijo.
Hacia una defensa activa del constitucionalismo
Con este nuevo observatorio, la Universidad de Costa Rica tiene como objetivo proporcionar herramientas académicas para ciudadanos más informados y críticos, capaces de comprender los cambios en el ejercicio del poder y exigir respeto por el marco constitucional y los derechos que considera.
Según Magaly Hernández, el compromiso no es solo analizar o diagnosticar, sino también influir. «Queremos señalar aspectos a los que deben ser atendidos para avanzar y no volver a fenómenos como el populismo y el autoritarismo de las instituciones gubernamentales», concluyó.
La consolidación del Observatorio del Estado Constitucional se proyecta como un esfuerzo relevante de la Academia para contribuir a la defensa activa de la democracia costosa y el fortalecimiento del estado de derecho en tiempos de incertidumbre institucional.