Un profesor del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) desarrolló un dispositivo único que pudo crear un injerto muscular y óseo en el laboratorio, lo que evita la necesidad de extraer de otras partes del cuerpo.
Este progreso científico permite crear un tejido muscular y hueso vitro que se puede usar en humanos que han sufrido lesiones graves, como grandes quemaduras o heridas. El dispositivo estimula mecánicamente las células, lo que fortalece el crecimiento de las condiciones que se parecen a las del cuerpo humano.
La creadora de este innovador desarrollo es la Dra. Laura Rojas, maestra e investigadora de la Escuela de Física TEC. Rojas es físico, tiene un maestro en nanotecnología en Finlandia de la Universidad de Costa Rica (UCR) y un doctorado en ingeniería entre el TEC y la UCR.
El dispositivo que representa un hito para el costaricaner biomédico ya ha sido patentado y tendrá protección de propiedad intelectual para 2041.
Este tipo de tecnología abre nuevas oportunidades para la medicina regenerativa en el país y muestra el potencial de los talentos científicos nacionales en áreas altamente especializadas.