San José, 23 de junio (. C) .- La Unión Nacional de Empleados de la Caixa y la Seguridad Social (UNDECA) informó el lunes antes de la opinión pública de la severa crisis que está aprobando el Fondo de Seguridad Social (CCSS) de Costa Riquenya, que, dicen, es el producto de la implementación precipitada y deficiente del Sistema de Planificación de Recursos Comerciales ERP-SAP ERP.
Según el sindicato, la situación ha desencadenado un colapso administrativo y operativo que amenaza directamente la salud y la vida de miles de personas en .
Según Undeca, a medida que el nuevo sistema tecnológico se lanzó en junio de 2025, lejos de convertirse en un instrumento para optimizar la gestión institucional, ha generado un profundo deterioro en áreas críticas como la oferta, la logística y la continuidad de los servicios médicos.
La organización advirtió que hay informes internos, criterios técnicos y quejas de los trabajadores, en muchos casos bajo amenaza, que describen un escenario generalizado del caos.
Los principales efectos incluyen la interrupción de los servicios quirúrgicos y de emergencia, la suspensión de los procedimientos y tratamientos esenciales y la posibilidad de que la falta de aportes resulte en graves complicaciones de salud o incluso la pérdida de vidas.
El servicio de farmacia, en particular, enfrenta una escasez crítica, con más de tres semanas de retraso en la entrega de medicamentos fundamentales para pacientes con enfermedades crónicas y terminales.
A esto se agrega la gestión de la gestión de comandos, los controles manuales insuficientes y los riesgos de pérdida de medicamentos debido a la duplicación y los errores de las transacciones internas.
Otro de los puntos indicados por la Unión es la incapacidad de operar adecuadamente el sistema de inventario, lo que evita el área de almacenamiento y distribución de los suministros en los suministros necesarios.
Además, se informan errores en la generación de órdenes y discrepancias entre los registros ERP-SAP y el Sistema de Compra Pública (SICOP), lo que ralentiza la adquisición de bienes y servicios indispensables para la atención médica.
El módulo financiero y contable también colapsa, según Undeca. Esto se traduce en parálisis de los procesos de aprobación y ejecución del presupuesto, bloqueando el pago de discapacitados, licencias, facturas, salarios y dieros y un riesgo creciente para la gestión financiera de la institución.
La crisis se extiende a las relaciones con los proveedores, que amenazan con suspender las entregas debido a las facturas no pagadas por más de $ 50 millones, lo que podría comprometer aún más los servicios médicos.
Undeca también advierte sobre la violación de los controles internos y de legalidad, considerando que esta crisis representa una violación del deber constitucional de garantizar la continuidad y la calidad de los servicios de salud pública, así como los principios básicos de la trazabilidad administrativa.
Denuncian la falta de transparencia del director del plan de innovación sobre los costos y riesgos de la implementación del sistema e indican al funcionario del funcionario para entregar los contratos completos relacionados con el ERP-SAP, lo que condujo a la presentación de una apelación para AMPARO.
El sindicato responsable de la crisis a la junta directiva de CCSS, al presidente ejecutivo, por una designación que describen como cuestionada, y en particular el director del plan de innovación.
Según UNDECA, estas autoridades han ignorado las advertencias técnicas y legales, rechazaron informes internos y externos, y han mantenido una actitud de indiferencia y falta de sensibilidad al impacto de la crisis en la salud pública.
Ante este paisaje, el UNDC requiere la suspensión inmediata del ERP-SAP hasta que haya condiciones técnicas, legales y operativas que garanticen la seguridad de los pacientes y el personal.
Además, solicita la intervención urgente del controlador general de la República y la Oficina del Obudsman, la responsabilidad de las autoridades responsables y la reactivación de los sistemas anteriores junto con los planes de contingencia para evitar daños irreversibles.
También reclaman el respeto y la protección del personal que, dicen, trabajan en estado crítico.
«La salud pública no es un experimento tecnológico o una obra administrativa. Es un derecho humano fundamental y una obligación constitucional inalienable. La vida del costo del costo de la improvisación, la negligencia y la falta de ética», concluye la pronunciación de la Unión, que reafirmó su compromiso con la defensa del sistema de salud pública.