A pesar de las campañas de prevención y los protocolos institucionales, Él Bullying Y la violencia física o verbal entre los estudiantes sigue siendo un problema persistente en el sistema educativo costarricense.
Entre 2022 y 2025, el Ministerio de Educación Pública (MEP) hizo 2.938 informes en relación con estos comportamientos: 1,034 Bullying y 1.504 para casos de violencia.
Los datos solicitados por .com A la MTAPresente Muestran una tendencia preocupante. En 2022 294 casos de Bullying y 587 violencia. En 2023, ambas cifras aumentaron a 388 y 497. Aunque hubo una ligera reducción en 2024 (352 informes sobre el acoso escolar y 420 violencia), los datos reflejan que la coexistencia de los estudiantes todavía está influenciada por la agresión repetida.
Hasta 2025, con un promedio de mayo, ya se han documentado 127 quejas para Bullying y 166 por violencia entre los estudiantes.
El tema volvió al centro del debate público la semana pasada después de la muerte de un estudiante de 16 años de Liceo Pasito en Alajuela, quien, según su familia, fue víctima de la intimidación.
Según el hecho, el MEP activó un protocolo de atención psicosocial y declaró que no había quejas formales anteriores sobre el caso. Sin embargo, la familia cuestiona la falta de medidas institucionales y le pregunta el desempeño del director y la aplicación estricta de una «tolerancia cero» a la Bullying.
Los especialistas para la salud mental insisten en la necesidad de intervención temprana, así como a víctimas y atacantes. Además, enfatizan que la prevención efectiva solo es posible si se compromete el centro de educación, el personal docente, las familias y el alumnado.
En medio del duelo, la comunidad educativa enfrenta el desafío de pasar de la reacción a la prevención estructural para evitar que más estudiantes sufran silenciosamente en las aulas.
