julio 13, 2025
Costa Rica

Ataques políticos y criminales no publicados asediados al poder judicial de Costa Rica – Reporte Tico

  • junio 11, 2025
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San José, 11 de junio (El Papaís.C) .- El poder judicial de Costa Rica enfrenta un asedio sin precedentes que amenaza su legitimidad, independencia y capacidad para ejercer

Ataques políticos y criminales no publicados asediados al poder judicial de Costa Rica

 – Reporte Tico

San José, 11 de junio (El Papaís.C) .- El poder judicial de Costa Rica enfrenta un asedio sin precedentes que amenaza su legitimidad, independencia y capacidad para ejercer sus funciones fundamentales en una democracia.

Esto es notable Quinto Informe Estado de JusticiaCompuesto por el programa Estado de la Nación, que documenta una doble ofensiva: del ejecutivo de Rodrigo Chaves y grupos criminales vinculados al tráfico de drogas y la violencia organizada.

El informe, considerado uno de los estudios más serios y sistemáticos sobre el costoso sistema judicial, revela que estas agresiones han generado un escenario sin precedentes en la reciente historia política d, caracterizada por una confrontación abierta que pone en duda los pilares del estado de derecho.

Un poder judicial bajo fuego político

Según el informe, desde el inicio de la administración de Rodrigo Chaves en mayo de 2022, ha habido un cambio radical en la relación entre el ejecutivo y el poder judicial. La investigación describe esta ofensiva como «anomalía» sin historia en más de un siglo de vida democrática.

«Con la llegada de la administración de Chaves, se inauguró un nuevo estilo de liderazgo, marcado por el antagonismo como un método para obtener y mantener la iniciativa política», dice el documento.

Las críticas al presidente Chaves y sus colaboradores han dirigido contra los cuerpos judiciales clave y contra las figuras específicas del sistema de justicia, acusándolos de ser parte de una supuesta conspiración que incluye los medios, universidades y sectores políticos de la oposición. Esta narración ha sido compatible sistemáticamente a través de las conferencias de prensa semanales del presidente y otras intervenciones públicas.

El informe enfatiza que el poder judicial es el Segundo actor más mencionado En estos espacios, solo detrás de la Asamblea Legislativa. Lo más preocupante es que todas las menciones analizadas son negativas, centradas en temas de funcionamiento institucional, resoluciones judiciales específicas o la integridad de los funcionarios.

Esta estrategia comunicativa se conoce como el «poder megáfono», un mecanismo por el cual los líderes políticos constituyen el relato público para erosionar la legitimidad de los actores que perciben como obstáculos.

El resultado, según el informe, ha sido una mayor polarización, la pérdida de confianza institucional y una reducción en el espacio para el diálogo democrático.

Acoso del crimen organizado

Al mismo tiempo, el poder judicial era el objetivo de los ataques violentos de grupos criminales, en una subida que refleja el deterioro del orden público en .

El informe documenta los hechos que, hasta hace poco, eran impensables en Costa Rica: Disparos con armas de calibre gruesas contra la corte A Batán y Pococí, el Asesinato de un oficial de OIJ en Guágiles y el Homicidio de un testimonio contra los tribunales de Limóncuando iba a testificar en un proceso judicial.

Al menos Tres funcionarios judiciales Han sido víctimas de ataques en el período analizado por el informe. Estas agresiones han obligado a la institución a redirigir recursos significativos para garantizar la seguridad de su personal y sus instalaciones.

El fenómeno es especialmente alarmante porque combina la presión política de la rama ejecutiva con la violencia ejercida por el crimen organizado, debilitándose en diferentes frentes en el cuerpo responsable de la administración de justicia, garantizando los derechos fundamentales y la lucha contra la impunidad.

Impacto en la democracia costosa

El estudio advierte que la confluencia de estos dos ofensivos ha tenido efectos directos en la calidad democrática de Costa Rica. El Capítulo 3 del informe lo resume claramente: «La persistencia, la intensidad y la variedad de estos ataques no son anteriores desde la llegada de la democracia liberal en la segunda mitad del siglo pasado».

Costa Rica, tradicionalmente considerada un modelo regional en el campo de la institucionalidad democrática, ha comenzado a mostrar señales. Esto refleja indicadores internacionales como Índice de la Ley de Derecho de Justicia Mundialdonde ha experimentado Caídas sistemáticas En su puntaje de 2015 a 2024.

Aunque Costa Rica continúa destacando por encima del promedio regional, la tendencia negativa es consistente y preocupante. El informe enfatiza que este deterioro coincide con el patrón observado en otros países latinoamericanos, como Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Venezuela y Méxicodonde los gobiernos han tratado de subordinar al poder judicial como parte de los procesos de concentración de poder.

«Uno de los primeros objetivos de los líderes autocráticos es controlar el poder judicial. Es por eso que desarrollan estrategias de ataque para la legitimidad e independencia de los cortes, de modo que cuando intentan debilitar, la población no cree que es necesario defender estas instituciones», advierte el informe.

Polarización y parálisis institucional

La confrontación entre el ejecutivo y el poder judicial no solo debilita la costosa democracia, sino que también dificulta resolver los principales problemas nacionales. El más urgente de ellos, según los ciudadanos, es el inseguridad y violencia relacionadas con el tráfico de drogasque ha provocado registros de homicidios históricos y una expansión del crimen organizado en todo .

Sin embargo, en lugar de promover una interactuabilidad para lidiar con esta crisis, el conflicto entre los poderes ha llevado a una dinámica de ataques y defensas, retroceso cruzado y bloqueos presupuestarios.

Uno de los episodios más controvertidos fue la protesta encabezada por el presidente Rodrigo Chaves en marzo de 2025 frente a la sede de la sede del Fiscal General de la RepúblicaDonde exigió la renuncia del fiscal Carlo Díaz, quien dirige docenas de casos penales relacionados con el presidente y su círculo cercano. Esta acción sin precedentes se interpretó como una presión directa sobre el ministerio público y condujo a una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional.

El ejecutivo también ha bloqueado las iniciativas legales requeridas por el sistema judicial para tratar la crisis de seguridad, al tiempo que promueve los discursos que mantienen el poder judicial debido a la escalada de la violencia, sin proporcionar soluciones estructurales o fortalecer la cooperación institucional.

Persistencia de la confianza ciudadana

A pesar del clima de hostilidad y erosión de su legitimidad, el poder judicial costosa aún conserva Nivel relativamente alto de confianza ciudadana En comparación con el resto de América Latina.

Según los datos de Latinobarómetro 2023Costa Rica fue uno de los tres países con mayor confianza en su sistema judicial.

El informe enfatiza que un sector significativo de la población aún valora positivamente Independencia judicialque constituye un capital institucional fundamental para resistir los ataques actuales.

Esta resistencia también ha sido posible gracias a la reacción de otros actores en el sistema democrático, como la Cámara Constitucional, que ha publicado resoluciones clave para Defiende la libertad de prensa y Detener iniciativas ejecutivas Esto violó los principios constitucionales. Algunos sectores del Congreso, la Academia y la Sociedad Civil también han elevado la voz en defensa de la independencia judicial como garantía del estado de derecho.

Riesgo de regresión democrática

En opinión de los investigadores de la Estado de justiciaEl escenario actual exige una atención urgente y una acción determinada por todos los sectores sociales y políticos para prevenir la regresión institucional que puede ser muy costosa para la democracia costosa.

El informe concluye que «la combinación de ataques políticos y criminales contra el poder judicial crea un ambiente hostil que compromete su función y pone en peligro la estabilidad democrática d». Y aunque Costa Rica aún conserva las fortalezas institucionales, no se pueden dar, por supuesto, antes del avance de las prácticas autoritarias que otras democracias en la región ya han débilizado.

El desafío, advierten, es Reconstruir confianza institucionalReduzca la polarización y recupere una visión estatal donde la cooperación y el respeto por la separación de poderes le permitan enfrentar los desafíos reales d: violencia, desigualdad y debilidad estructural de muchas instituciones públicas.