La Comisión Disciplinaria de la Federación de Fútbol Costarricense (FCRF) se encargará de investigar y emitir una resolución sobre un caso sospechoso relacionado con un partido AMARO dentro de la Liga de Ascendentes. Este caso involucra a los líderes del equipo municipal de Turrialba, lo que ha levantado muchas preocupaciones y ha llamado la atención de las autoridades pertinentes. La información hasta ahora disponible señala que esta situación podría tener implicaciones graves para la integridad del deporte en el país.

Esta comisión fue designada por el Comité Ejecutivo de la FCRF, y se basa en lo establecido en el Artículo 73 del Código Disciplinario de la misma federación. La norma otorga a la comisión la autoridad para sancionar en primera instancia cualquier violación de dicha regulación. Esto implica que están obligados a llevar a cabo un análisis exhaustivo del caso, a fin de asegurarse de que todas las acciones tomadas sean justas y en conformidad con las reglas establecidas en el deporte.

Los miembros de la comisión son:

• Presidente: Alberto Fernández López

• Miembro propietario: Pedro Castro Cabalceta

• Miembro propietario: Silvia Díaz Solano

• Miembro alternativo: Alfonso Ruíz Ugalde

• Miembro alternativo: Andrey Dorado

Se encuentran en la difícil posición de investigar un caso que ya ha sido elevado por el Oficial de Integridad de la FIFA en Costa Rica. Este oficial presentó diversas pruebas, que incluyen documentación, material audiovisual y testimonios que indican que el liderazgo de Turrialba habría ofrecido $ 300 a un grupo de ocho jugadores, junto con incentivos deportivos, con la intención de manipular el resultado de un juego en particular. Este partido tuvo lugar el 10 de febrero, y el resultado acordado sería una derrota intencionada contra el equipo de Cariari, lo que plantea serias preguntas sobre la ética en el deporte.

Las expectativas son altas, y se espera que este comité llegue a una resolución en un plazo corto. La queja fue presentada a través de la aplicación de botón rojo, que ha sido un recurso eficaz para abordar este tipo de incidencias. El documento detalla que la supuesta solicitud de arreglo incluyó condiciones específicas sobre el resultado, como un marcador y momentos cruciales del encuentro, lo que ha creado sospechas sobre la posibilidad de que existan vínculos con casas de apuestas.

Este escándalo ha despertado nuevamente las alarmas sobre la integridad del fútbol nacional, especialmente a la luz del reciente castigo impuesto al Club Golfito por un caso de naturaleza similar. Con la revisión de este caso, la Comisión Disciplinaria tendrá la oportunidad de establecer precedentes para el futuro, lo que la convierte en un momento crucial para la regulación del fútbol en Costa Rica. La sociedad espera que se tomen las decisiones adecuadas para preservar la honradez en el deporte.