Washington, 17. Maja.
En declaraciones recientes, Trump ha manifestado que «la energía nuclear está bien con el petróleo sin petróleo», destacando así la significativa riqueza en reservas que posee la nación persa. A pesar de esto, él sostiene que existe una preferencia dentro del ámbito técnico para llegar a un acuerdo sobre este tema. Trump reafirmó su postura de que su administración no puede aceptar el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán y dejó claro que «utiliza el comercio para ajustar la cuenta y alcanzar la paz».
El presidente enfatizó que los líderes de Technoán «estarán muy contentos» si finalmente se llega a un acuerdo, mostrándose favorable a una solución pacífica al problema que representa Irán. Este enfoque pacifista se manifiesta en su reciente actuación diplomática y negociaciones.
El viernes pasado, Trump mencionó que había enviado una propuesta a Teherán para un nuevo acuerdo relacionado con el programa nuclear, aunque el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, desmintió esta afirmación al declarar que su gobierno no había recibido ninguna iniciativa por parte de Washington hasta ese momento.
A pesar del desacuerdo en la comunicación, Trump comentó el jueves que un posible acuerdo sobre el programa nuclear iraní estaba a la vista y mostró optimismo respecto a evitar un ataque militar contra las instalaciones nucleares en Teherán.
La semana anterior, se llevó a cabo la cuarta ronda de negociaciones entre Irán y los Estados Unidos, enfocándose no solo en el programa nuclear iraní, sino también en la posibilidad de elevar las sanciones impuestas sobre Teherán. Esta importante reunión tuvo lugar un mes después de que se reiniciaran los diálogos, marcando la pausa más prolongada desde el comienzo de estos intercambios indirectos que han capturado la atención global.
Los diálogos previos se desarrollaron en dos fases distintas, concentrándose en Omán los días 12 y 26 de abril, mientras que otras conversaciones se llevaron a cabo en Roma el 19 de abril. Esta nueva etapa del largo diálogo, que había estado interrumpido, se inició tras la entrega de una carta por parte de Trump al Líder Supremo de Irán, donde se proponía un nuevo acuerdo nuclear. En dicha carta, también se planteaba una respuesta militar en caso de que las negociaciones diplomáticas no dieran resultados.
Este enfoque ha llevado a Irán a optar por negociaciones indirectas con los Estados Unidos, a pesar de su intención inicial de tratar los asuntos de manera directa.
La situación en torno al programa nuclear de Irán sigue siendo delicada y su evolución continuarán siendo causa de discusión internacional y de atención mediática en los próximos días, mientras ambos países buscan una resolución satisfactoria.
(Sputnik)