Él Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) ha dado un paso significativo en el ámbito de la inclusión en Costa Rica al introducir, por primera vez, un proceso de certificación formal dirigido a quienes utilizan el Lenguaje de señas costarricense (letco). Esta iniciativa responde de manera contundente a la creciente demanda de expertos debidamente capacitados en este campo tan crucial. La importancia de esta certificación radica en la necesidad de validación de las habilidades de las personas que han aprendido este idioma de señas, ya sea a través de cursos abiertos o diferentes modalidades educativas, proporcionando un reconocimiento formal que antes no existía.
La institución, el INA, ha planeado lanzar al menos dos convocatorias para el proceso de certificación en el año 2025, específicamente en los meses de junio y julio. Esta iniciativa no solo marca un hito en la educación en Costa Rica, sino que también abre la puerta a la posibilidad de convocar más eventos adicionales, dependiendo de la demanda de los interesados. De esta manera, el INA busca adaptarse a las necesidades de la comunidad y asegurar que haya suficientes oportunidades para aquellos que desean certificarse como intérpretes del lenguaje de señas.
Pronto, el INA brindará toda la información necesaria sobre los requisitos y el proceso de registro correspondiente, asegurando que los interesados estén bien informados y puedan participar sin inconvenientes. Se destaca que, aunque muchas personas han adquirido habilidades en el uso del Lenguaje de señas costarricense, la falta de una plataforma oficial para validar estas destrezas ha sido un reto sustancial. Esta certificación tiene como objetivo cerrar esa brecha educativa y facilitar una mejor atención y participación de la comunidad sorda en el país.
Según las estadísticas de 2018, había un estimado de más de 95,000 personas sordas en Costa Rica, pero solo se registraron 50 intérpretes de Lesco en ese momento. Esta alarmante falta de intérpretes capacitados ha representado un obstáculo significativo para el acceso a servicios esenciales, educación y, en general, para la plena participación de esta población en la sociedad. Sin duda, una mayor cantidad de intérpretes certificados no solo beneficiará a la comunidad sorda, sino que también contribuirá a la construcción de una sociedad más inclusiva.
Además, es relevante mencionar que el 19 de julio se conmemorará la Festa Nacional de Lesco, un evento que fue reconocido en 2012 como parte del patrimonio lingüístico nacional de Costa Rica. Aunque este reconocimiento simboliza un avance importante, a su vez subraya los desafíos sustanciales que persisten en torno a la accesibilidad y los derechos lingüísticos de las personas sordas. Esto resalta la necesidad urgente de una mayor inversión en educación y formación para intérpretes, así como de políticas que promuevan la inclusión y el respeto por la diversidad lingüística en el país.