El debate en torno a las condiciones sanitarias de los estadios nacionales de fútbol ha cobrado gran relevancia últimamente, especialmente con la llegada de importantes competiciones. En este contexto, El Ministerio de Salud confirmó que tanto el estadio Ricardo Saprissa como el Estadio Carlos Alvarado están actualizados con los requisitos establecidos por la institución correspondiente. Esta actualización es crucial para garantizar un entorno seguro tanto para los jugadores como para el público que asiste a los partidos.
Un informe oficial se compartió el martes, brindando detalles específicos sobre el estado de cada recinto:
-
Ricardo Saprissa Aymá: «Ha cumplido con la segunda fase del plan correctivo, en aspectos relacionados con la instalación eléctrica y la gestión del gas LP», dijo el ministerio en su comunicado. Este estadio, emblemático en la historia del fútbol costarricense, ha mostrado un compromiso continuo hacia la mejora de sus instalaciones, asegurando que todos los estándares de seguridad se mantengan al más alto nivel.
-
Carlos Alvarado: «Tiene un permiso de salud actual hasta abril de 2026». La institución añadió en su revisión de las instalaciones que se tomaron en cuenta todos los aspectos esenciales para la seguridad y bienestar del público asistente y del personal que trabaja en el estadio. Este estadio también ha sido un escenario fundamental para diversas competiciones a nivel nacional.
Este pronunciamiento toma relevancia especialmente después del cierre preventivo del estadio Miguel «lito» Pérez en Puntarenas, que ocurrió a solo unas horas del partido de ida entre Puntarenas FC y Alajuelense para las semifinales de la Clausura 2025. En este caso, el cierre se realizó debido a la ausencia de un informe estructural solicitado previamente por el municipio de Puntarenas, lo que llevó a la preocupación sobre la seguridad de los asistentes y jugadores. La situación subrayó la importancia de cumplir con todos los requisitos de seguridad y sanidad en los estadios.
Con esto, ambos recintos pueden continuar con el desarrollo del campeonato nacional sin que existan observaciones pendientes que puedan poner en riesgo la seguridad de los jugadores, oficiales y fanáticos. Este es un avance significativo en la mejora de las condiciones sanitarias en los eventos deportivos, y se espera que se mantenga esta tendencia a medida que avancen las competiciones.