La Oficina del Fiscal Adjunto de Probabilidad, Transparencia y Anti-Corrupción ha liderado desde la madrugada del martes un conjunto de 22 redadas, las cuales están enfocadas en supuestas anomalías relacionadas con las obras de reparación en el piso de aterrizaje del aeropuerto internacional Daniel Oduber, ubicado en Liberia. Esta operación ha sido llevada a cabo por la sección del examen judicial de la Agencia de Investigación Judicial (OIJ) y se desarrolla en varias instituciones clave, tales como el Ministerio de Trabajos Públicos y Medios de Transporte (MOPT), la Dirección General de Aviación Civil y la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencia (CNE), además de incluir a las empresas constructoras involucradas, en particular MECO.
Entre los lugares de interés se encuentran las casas de figuras prominentes como el ex ministro de Trabajo Público y Medios de Transporte, Batalla de Mauricio; el director general de la aviación civil, Marcos Castillo; así como la residencia del Presidente Ejecutivo de la Comisión de Emergencia, Alejandro Picado.
La información ha sido confirmada por el Fiscal General, Carlo Díaz, y el Director General de la Policía de Justicia, Randall Zúñiga. Hay que señalar que el ministerio público ha estado investigando presuntas irregularidades en la contratación de trabajos por un total de 39.9 millones de dólares estadounidenses a MECO, esta investigación tiene más de un año y está relacionada con el archivo 24-000030-1218-PE.
Es importante recordar que las irregularidades se vinculan con la participación de Liberia en el Decreto de Emergencia 43.626-MP, emitido el 12 de junio de 2022, que lo clasificó como una de las áreas afectadas por la tormenta tropical Bonnie. Esto fue presentado con el fin de justificar las reparaciones en la ruta terminal del aeropuerto.
Un paso significativo fue el Decreto 44,072, que fue firmado el 21 de junio de 2023 por el presidente Rodrigo Chaves y la entonces ministra de la Presidencia, Natalia Díaz. Sin embargo, la oficina del fiscal sostiene que aparentemente, el fenómeno natural no tenía relación con el daño que se ha atribuido al aeropuerto.
Por otra parte, se ha revelado que los procedimientos de licitación se llevaron a cabo de manera excepcional, según lo establecido por la ley nacional de emergencia y prevención de riesgos. Esto no solo permitió la utilización de medios especiales, sino que también resultó en que la Contraloría General de la República (CGR) No pudo conocer ni resolver las problemáticas que surgieron con respecto a otras compañías que participaron en la licitación, como ocurrió con H. Solís.
Notablemente, fue el propio Chaves quien aparentemente mostró una actitud personalizada hacia MECO, sugiriendo que este era el único contratista que debía recibir la obra. Esto ocurrió el 12 de marzo de 2024, cuando se liberó a Luis Amador, el ex ministro de Trabajo Público y Transporte, junto con el director general de aviación civil, Fernando Naranjo. Es digno de mención que tanto Amador como Naranjo forman parte de la lista de implicados en las investigaciones señaladas anteriormente, al igual que otros funcionarios que llevan los apellidos Marín, Rodríguez y Murillo, entre varios individuos más con apellidos como Castellón, Baltodano, González y Sánchez.
Es relevante destacar que en los casos de Amador y Castillo, sus vínculos con el caso están interrelacionados con supuestas anomalías que contrastan con los casos de sus predecesores, pues los últimos se conectan con irregularidades evidentes de los procesos anteriores.
Al mismo tiempo, el fiscal general investiga la participación de los abogados Chaves y Díaz debido a su firma en el decreto de expansión, lo cual es objeto de atención y podría tener repercusiones significativas a nivel administrativo y legal.