En una jugada crucial durante el primer tiempo de la semifinal entre PUNTARENAS FC y ALAJUELENTE, que se disputó en el estadio Ernesto Rohrmoser, surgió una controversia significativa.
En una jugada crucial durante el primer tiempo de la semifinal entre PUNTARENAS FC y ALAJUELENTE, que se disputó en el estadio Ernesto Rohrmoser, surgió una controversia significativa. En el minuto 69 del encuentro, cuando el marcador permanecía empatado 0-0, un jugador de Puntarenas tocó la pelota con su mano dentro del área. Sin embargo, el árbitro Adrián Chinchilla decidió no sancionar la jugada con un penalti, lo cual generó un gran revuelo entre los jugadores y el cuerpo técnico de ambos equipos.
A pesar de las intensas protestas de los jugadores de los equipos rojos y negros, Chinchilla optó por dejar que continuara la acción. Posteriormente, el árbitro fue llamado a revisar la jugada por el Varilla, un sistema de revisión que le permite evaluar las decisiones tomadas en el campo de juego mediante la utilización de la tecnología. Sin embargo, después de observar detenidamente el video de la acción en cuestión, ratificó su decisión original y no pitó la falta, dejando a muchos en estado de incredulidad.
Esta decisión ha sido objeto de duras críticas por parte de expertos en arbitraje, entre ellos el exárbitro Henry Bejarano. Bejarano fue categórico en sus declaraciones recopiladas por La baldosa:
«Hay un movimiento de mano hacia la pelota, es un penal evidente para LDA. Es increíble que Adrián Chinchilla no lo sancione». Así se expresó Bejarano, dejando claro que la decisión del árbitro podría tener un impacto considerable en el desenlace del partido.
El partido culminó sin goles, en un encuentro que estuvo marcado por la expulsión temprana de Alberto Toril del equipo de Puntarenas. A pesar de la ventaja numérica tras esta expulsión, el equipo local no logró aprovechar la situación. Sin embargo, el hecho de que se omitiera un penalti tan claro podría haber modificado tanto el desarrollo como el resultado final del encuentro, generando aún más malestar entre los aficionados.
La controversia añade un nivel extra de tensión a la serie que se decidirá el próximo miércoles 15 de mayo en el estadio Alejandro Morera Soto, donde el equipo alajuelense buscará asegurar su pasaje a la final en un partido que promete ser emocionante y lleno de sorpresas.
