Costa Rica entre países con más violencia sexual de niños, según el estudio
- mayo 11, 2025
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10 de mayo de 2025, 8:10 a.m. Tres de cada diez mujeres en Costa Rica fueron víctimas de abuso sexual durante su infancia, según un estudio global publicado
10 de mayo de 2025, 8:10 a.m. Tres de cada diez mujeres en Costa Rica fueron víctimas de abuso sexual durante su infancia, según un estudio global publicado
10 de mayo de 2025, 8:10 a.m.
Tres de cada diez mujeres en Costa Rica fueron víctimas de abuso sexual durante su infancia, según un estudio global publicado por la revista Medical Magazine La lanceta. Con un alarmante 30.9% de las mujeres interesadas, Costa Rica se posiciona como uno de los países que reportan las tarifas más altas del mundo en cuanto a este tipo de violencia. Este dato pone de manifiesto la gravedad del problema, que no solo afecta a la población general, sino que enfatiza la vulnerabilidad de las mujeres en particular.
La gravedad de la situación no se limita a las estadísticas generales, sino que también afecta a las generaciones más jóvenes. Entre los costarricenses de 20 a 24 años, la prevalencia estimada de abuso sexual infantil se sitúa en 29.2%, lo que refleja que este problema atroz se mantiene constante a lo largo del tiempo. Este fenómeno pone de relieve la necesidad urgente de abordar esta problemática desde múltiples frentes, incluyendo la educación, la legislación, y la atención a las víctimas.
Al comparar estos números con el promedio global, se destaca que casi una de cada cinco mujeres de más de 20 años ha sufrido abuso sexual durante su infancia, es decir, alrededor de 18%. Estos datos alarmantes indican que Costa Rica casi duplica el promedio mundial, lo que es motivo de profunda preocupación para las autoridades y la sociedad en general.
En el contexto local, se estima que el 19.4% de las mujeres han experimentado abuso y sufrimiento sexual en su infancia, mientras que 18.4% corresponde al grupo de 20 a 24 años. Estas cifras son considerablemente superiores al promedio global, donde se reporta que uno de cada siete hombres mayores de 20 años, aproximadamente 14.3%, ha vivido esta experiencia traumática, lo que resalta un problema que no solo se limita a las mujeres.
A nivel internacional, Costa Rica comparte sus altos índices con países como Solomonas (43%), Costa de Marfil (33%), Chile (31%), India, y Ruanda. En contraste, las tasas de abuso son considerablemente más bajas en las regiones del sudeste asiático y Oceanía, con un promedio que ronda el 12%. Esto sugiere que la violencia sexual infantil no es un fenómeno aislado y requiere atención urgente y coordinada en diferentes contextos.
Asimismo, la publicación de La lanceta se basa en datos recopilados entre 1990 y 2023 en 204 países y territorios, analizados por el Instituto de Métricos y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington. Este estudio pone de relieve la seriedad del problema a nivel global, evidenciando que se trata de un fenómeno que afecta la salud pública y el bienestar de futuras generaciones.
El panorama en América Latina y el Caribe también es preocupante: la proporción de mujeres que han sufrido violencia sexual en la infancia ha aumentado del 16.3% en 1990 a 17.6% en 2023. Este incremento refleja un problema persistente que no se ha visto contenido por las políticas actuales. No es un fenómeno aislado de países con bajos ingresos; economías fuertes como Nueva Zelanda (29%), EE.UU. (28%) y Gran Bretaña (24%) presentan cifras alarmantes que demuestran que la violencia sexual infantil no discrimina por nivel socioeconómico.
Un hallazgo inquietante es la edad en la que ocurre el primer abuso. Entre un total de 16,786 mujeres de entre 13 y 24 años, el 7.7% indicó que fue atacada antes de los 12 años, un 12.6% antes de los 16, y dos de cada tres (67.3%) antes de cumplir los 18 años. En América Latina y el Caribe, el porcentaje es del alarmante 72.9%. Esto resalta la importancia de identificar y abordar la problemática desde una edad temprana.
«Es una razón moral para proteger a los niños de la violencia y aliviar sus efectos acumulativos sobre la salud a lo largo de la vida», afirmó la Dra. Emmanuela Gakidou, la principal autora del informe, quien urgió a los gobiernos a no posponer la búsqueda de soluciones efectivas.
Los investigadores insisten en que los datos recopilados deben traducirse en medidas urgentes y efectivas. Esto incluye la necesidad de implementar campañas integrales de educación sexual y prevención, así como de mejorar los mecanismos de denuncia y atención para las víctimas, asegurando que estas no sólo reciban el apoyo necesario, sino que también se fomente una cultura de prevención y respeto hacia los más vulnerables.