Los primeros indicios del Papa León XIV sobre la justicia social
- mayo 10, 2025
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San José, 10 de mayo (DNP/UN) .- A pesar de los signos y teorías que se están barajando, es fundamental comprender que no hay elementos que permitan interpretar
San José, 10 de mayo (DNP/UN) .- A pesar de los signos y teorías que se están barajando, es fundamental comprender que no hay elementos que permitan interpretar
San José, 10 de mayo (DNP/UN) .- A pesar de los signos y teorías que se están barajando, es fundamental comprender que no hay elementos que permitan interpretar cómo Robert Francis Prevost, quien asumirá el cargo de Papa bajo el nombre de Leon XIV, será recibido por las más de 1.200 millones de personas que profesan la fe católica alrededor del mundo. Su acto inaugural, que lo verá aparecer en el balcón de la emblemática Basílica de San Pedro, deja claro que su elección como Papa trae consigo la carga histórica y espiritual del Papa León XIII, que lideró la Iglesia desde 1870 hasta su fallecimiento en 1903.
En un mundo que ha cambiado drásticamente, las dinámicas geopolíticas han evolucionado significativamente. Durante la era de León XIII, el liberalismo comenzó a tomar fuerza y a implementar una agenda que buscaba reducir la influencia de la Iglesia Católica, relegándola a un papel menos prominente en un panorama social que se abría a la industrialización y al modernismo. En este ambiente fue donde León XIII lanzó la famosa encíclica Rerum Novarum en 1891, considerada un pilar paradigmático de la doctrina social de la Iglesia. Esta encíclica abordaba cuestiones vitales relacionadas con el trabajo, defendiendo los derechos de los trabajadores, así como abogando por un salario justo y por condiciones de trabajo dignas.
La declaración principal de León XIII, que apuntaba a señalar que el liberalismo podía ofrecer pautas de avance, pero que, en la práctica, había conducido a una expansión de la pobreza y la desigualdad, es una crítica que resonará en el tiempo. Las clases trabajadoras, al no acceder al concepto central de la doctrina social, enfrentan dilemas no solo respecto a la determinación de un salario digno, sino también en lo que respecta a la justa distribución de la riqueza en un entorno marcado por el análisis ecuménico y religioso.
El legado de León XIII fue perseguir la reconciliación de la Iglesia con un mundo moderno en continua transformación, un enfoque que parece reflejarse en los primeros pronunciamientos de León XIV, quien llama a la unidad y propugna una Iglesia sinodal representada como una comunidad en misión compartida. Hoy en día, la modernidad junto con los avances tecnológicos presentan un nuevo desafío, particularmente con el alarmante auge de la inteligencia artificial y su influencia sobre las interacciones humanas. Este asunto, la presión de la modernidad, ya fue abordado de forma anticipada por el Papa Francisco, quien ha explorado el desplazamiento que estas innovaciones han producido, algo que podría ser una de las principales preocupaciones del nuevo pontífice.
Correlación
Según el profesor Francisco Mena, director del Escuela Ecuménica del One, el tema del trabajo representó una motivación destacada para la elección del nombre Léon XIV. “Estoy convencido de que esta elección se complementa con la labor del Papa Francisco, recordando que la sociedad contemporánea debe buscar alternativas que transformen la manera en que producen y redistribuyen la riqueza”, comentó. Este vínculo entre el nombre del nuevo Papa y su misión podría ser revelador sobre los signos que marcarán su papado, tal como se observó cuando Jorge Mario Bergoglio optó por el nombre Francisco, lo que fue considerado un compromiso hacia el cambio climático, algo que se ha demostrado en su gestión.
Mena también destacó que será interesante observar cómo León XIV abordará la cuestión del trabajo humano en relación con la protección del medio ambiente; estos son temas profundamente interconectados. La expectativa crece a medida que se pone de relieve la posibilidad de que Léon XIV reanude un camino hacia reformas e iniciativas más abiertas en áreas que han generado debate dentro de la Iglesia.
Por el momento, el mensaje de Pascua del Papa Francisco y su reciente llamado a “caminar juntos” puede interpretarse como una continuidad de la visión episcopal. Sin embargo, Diego Soto manifiesta que no espera reformas radicales de este nuevo líder católico: «Parece que, en esta ocasión, poseemos un líder más conciliador y reservado, lo que indica que problemas como la inclusión de mujeres o la diversidad sexual no se abordarían de inmediato”, analizó.
En la Iglesia católica, la adherencia a los protocolos y la tradición representa un elemento clave, y esto fue evidente en el reciente acto público de Léon XIV, quien se presentó vestido de acuerdo con la Constitución Apostólica, lo que puede simbolizar su intención de seguir los patrones tradicionales de la Santa Sede. Otro aspecto relevante es la conexión espiritual del nuevo Papa con la Orden de San Agustín, una comunidad que promueve la pobreza, la castidad y la obediencia. «La humildad es la madre de todas las virtudes y su regla monástica refuerza la esencia de una comunidad humilde”, agregó Soto.
Además, sus llamados frecuentes por la paz reflejan su inquietud por el estado actual de varios conflictos en el mundo, como el enfrentamiento en Ucrania-Rusia, la situación en Gaza, o el reciente conflicto entre India y Pakistán.
En relación a los desafíos, el subdirector de la Escuela Ecuménica espera que León XIV aborde la vulnerabilidad humana, un tema que ha cobrado relevancia en el contexto de las migraciones. En su último mensaje Urbi et orbi del 20 de abril, Francisco acentuó que «el amor debe superar el odio y la luz debe triunfar sobre las sombras». También se espera que el nuevo Papa se enfrente a las críticas relacionadas con delitos sexuales que han empañado la imagen de la Iglesia en años recientes y que continúe el enfoque ambiental plasmado en la Encíclica Laudato si’ del Papa Francisco.
Por el momento, el mundo se mantendrá expectante en torno a la primera homilía de gran énfasis del nuevo obispo de Roma, como también las entrevistas conducidas por este primer Papa estadounidense con sólidas conexiones latinoamericanas, que marcarán su ruta en el ámbito católico y en el contexto hispano. ¡Habemus papam!